02 octubre 2003
JERUSALEN, (Reuters).- Israel anunció el jueves que construirá más de 600 casas en asentamientos judíos, provocando nuevas condenadas palestinas un día después de que Israel aprobó una expansión de su muro de seguridad en Cisjordania.
El gobierno llamó a licitación para construír en tres asentamientos ubicados en territorios ocupados de Cisjordania, desafiando el plan de paz llamado "hoja de ruta", que pide la suspensión de las construcciones en los asentamientos judíos.
El portavoz del ministerio de Vivienda, Koby Bleich, dijo que la licitación era parte de "una política de gobierno por la cual tenemos que avanzar y desarrollar comunidades en Judea y Samaria (nombres bíblicos de Cisjordania), en concordancia con las necesidades y crecimiento natural".
Los palestinos denunciaron la iniciativa. La comunidad internacional considera ilegales todos los asentamientos judíos en territorios palestinos ocupados, posición que ha sido rechazada por Israel.
"Esto pone en evidencia de que la hoja de ruta ha sido completamente asesinada por la política israelí de expansión de los asentamientos, de lo cual Estados Unidos es testigo", dijo a Reuters el miembro del gabinete palestino Yasser Abed Rabbo.
La ira de los palestinos ya ha sido avivada por el abrumador respaldo el miércoles del gobierno israelí a planes para una emprender una nueva fase en el levantamiento de un vasto muro que penetra profundamente en Cisjordania.
"Israel está continuando sus crímenes al expandir este muro racista y nazi que expropia nuestra tierra", dijo el presidente palestino Yasser Arafat a la prensa en sus cuarteles generales en la ciudad cisjordana de Ramallah.
Arafat acusó a Israel de "sabotear y destruir el proceso de paz" y apeló al cuarteto de mediadores para la paz en el Oriente Medio -Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y las Naciones Unidas- para que frenen el proyecto de Israel.
El gobierno israelí, que afirma que el proceso de paz está estancado debido al fracaso de Arafat en detener los ataques de militantes radicales, afirma que con el muro está tratando de mantener fuera a los atacantes suicidas y proteger los asentamientos judíos. Los palestinos lo llaman el nuevo "Muro de Berlín".
El gobierno estadounidense, que ha amenazado con deducir parte del costo del muro de un paquete de préstamos por 9.000 millones de dólares, no ha hecho críticas públicas a la decisión israelí, pero indicó que continuaría discutiendo sus preocupaciones con las autoridades de ese país.
Un funcionario israelí negó las acusaciones de que Israel estaba creando una frontera de facto, que afectaría futuras negociaciones de paz.
Los palestinos estaban alarmados al conocer la estimación israelí de que las nuevas secciones del muro dejarían pueblos con 60.000 habitantes en la parte israelí, dificultando el traslado a otras partes de Cisjordania.
El plan ofrecido en la licitación incluye 604 nuevas unidades cerca de Jerusalén y 24 más en Ariel, un enclave de 18.000 personas cerca de la ciudad cisjordana de Naplusa.
Alrededor de 230.000 judíos viven en 150 asentamientos dispersos en la Franja de Gaza y Cijsordania, territorios ocupados por Israel en la Guerra del Oriente Medio, en 1967, donde viven 3,6 millones de palestinos.