El ofrecimiento hecho por el alcalde Guillermo Anaya, en relación al retiro de anuncios publicitarios que afecten elementos de infraestructura urbana en la ciudad es positivo, porque incide a favor de la calidad de vida de los torreonenses. En una primera etapa, se pretende regularizar el área de la calzada Colón y el bulevar Independencia, sin embargo, el compromiso al respecto abarca la ciudad en su conjunto.
La tarea que se comenta tiene varias vertientes; en un primer término la publicidad comercial permanente, que ha erigido estructuras físicas que invaden banquetas y camellones. Otra fuente de contaminación visual y daño a la infraestructura urbana, la encontramos en la propaganda comercial transitoria, por medio de la cual se anuncian espectáculos artísticos o deportivos por medio de carteles que se pegan sin misericordia a postes y semáforos.
Con este tipo de anuncios que causan daños a la ciudad y contaminan el ambiente, suelen publicitarse eventos foráneos como ocurre con los artistas que cada año se presentan en la feria de la hermana ciudad de Gómez Palacio. Otra vertiente de contaminación deriva de la propaganda política, que por cierto a tres semanas de concluido el proceso electoral federal aún permanece en muchas partes de la ciudad en forma indebida.
De esta mala costumbre de anunciar mediante carteles o pendones colgantes o adheridos a los elementos de infraestructura urbana, no escapan las propias autoridades. Tanto el Gobierno del estado de Coahuila como el propio Ayuntamiento de Torreón, incurren en el desatino de referencia por sistema, lo que debe acabar como parte de la campaña de retiro de anuncios que es objeto de comentario y que esperamos sea permanente.