Las investigaciones del robo a la Pinacoteca del Estado de Durango continúan en total hermetismo una vez que las autoridades correspondientes no han querido declarar nada en torno al asunto, incluso la encargada del recinto, una joven de nombre Vanesa, se negó a platicar con este matutino, debido a que primero tenía que reunirse con Rosalina Gorjón Fernández, coordinadora de Infraestructura y Patrimonio, y Elsa Navarrete García, coordinadora administrativa del ICED, para analizar la información que podía declarar a los medios de comunicación.
La joven quedó formalmente que este día iba a proporcionar información a este matutino en torno al hurto acaecido la madrugada del 12 de diciembre de 2002. A pesar que Gorjón Fernández y Navarrete García afirmaron a “EL SIGLO DE DURANGO” que el mismo 12 de diciembre, al darse cuenta del robo, se había hecho la denuncia correspondiente, la PGJ desconoce el robo.
Los asaltantes se llevaron un botín que comprendía un óleo sobre tela de la Virgen del Refugio y dos casullas bordadas con hilos de oro y plata; obras que fueron sustraídas por una de las ventanas del recinto, pero al parecer ninguna luce violentada. Muchos rumores se han desatado en torno al robo, pero a ciencia cierta se desconoce realmente qué fue lo que pasó, por el hecho que los responsables del recinto no han querido proporcionar información.
Lo cierto es que algunas personalidades del ambiente cultural este día se reunirán para analizar el caso y exigir que se esclarezca el robo de las piezas, porque no quieren que pase lo mismo con los otros tres robos anteriores que se han suscitado en las instalaciones del ICED, como fue el caso del Museo de la Revolución de donde se sustrajeron objetos personales de Domingo Arrieta; otro caso similar pasó con el fotógrafo Edmundo Páez cuando de la sala “Luz y Sombra” le robaron dos cámaras fotográficas de la colección que había dejado en comodato al ICED; así como unos timbres postales que se llevaron de la Biblioteca “José Fernando Ramírez” de una exposición que había montado Sepomex, robos que hasta la fecha no se han esclarecido.
Desconoce PGJ robo de obras en el ICED
Dentro de la Procuraduría General de Justicia, los directores de la Policía Ministerial y Averiguaciones Previas afirmaron desconocer por completo cualquier información relacionada con el robo de varias obras de arte religioso, sustraídas del interior de la Pinacoteca del Instituto de Cultura del Estado de Durango, el pasado 12 de diciembre del 2002.
En entrevista con el jefe de la Policía Ministerial, Eulalio Aldama Enríquez, señaló que hasta el momento no estaba enterado de ningún robo en ese lugar, mucho menos de los objetos que figuraban dentro del botín.
Posteriormente, vía telefónica, se comunicó a la Sección de Delitos Patrimoniales, donde al preguntar a uno de los agentes le informaron que aparentemente había una investigación en torno al caso, pero después de varias horas de espera y de consulta, nunca pudieron dar con la denuncia o el parte de la investigación.
Por su parte, el director de Averiguaciones Previas, César Flavio Nájera Quiñones, desconcertado por el cuestionamiento afirmó que debido al monto de los objetos obtenidos por los amantes de lo ajeno (un óleo sobre tela de la Virgen del Refugio y dos casullas bordadas con hilo de oro y plata) el caso debió notificarse a la mayor brevedad posible para iniciar las investigaciones en torno al ilícito, pero de momento señaló que no podía dar información, ya que carecía de los datos.
Para indagar en la Oficialía de Partes solicitó los nombre de los posibles quejosos y así buscar entre las denuncias que obran en el sistema de cómputo del departamento, dato que sería cotejado hasta el día de hoy, pero de manera parcial no había nada respecto al caso.
Versiones extraoficiales fortalecen versión del robo cometido por trabajadores
De manera extraoficial trascendió que en la mayoría de los robos cometidos en lugar cerrado (el 70%) primero se avisa al Departamento de Servicios Periciales, ya que inicialmente pueden recabar información suficiente antes que se contamine el área de investigación, por ello es posible que la denuncia esté en espera del reporte que proporcione este departamento.
Además, destacan las misteriosas condiciones en que se da el robo, ya que tanto puertas y ventanas “nunca fueron forzadas o violentadas” por los amantes de lo ajeno al momento de ingresar al recinto y consumar su delito, lo que fortalece aún más la versión que involucra a trabajadores del propio instituto como los principales sospechosos, ya que tienen amplio conocimiento sobre los movimientos de los trabajadores y sus respectivos horarios.
Cabe señalar que debido a la falta de información de la PGJ y al profundo hermetismo de directivos trabajadores del ICED, este caso tardará en resolverse, pero mientras se ignora el paradero de los artículos de un cuantioso valor cultural, además de la identidad del o los presuntos ladrones de arte sacro.