Notimex
México, DF.- Las instalaciones centrales de la Secretaría de Educación Pública (SEP) cumplieron ayer 50 días cerradas, tras la llegada a la capital de los maestros disidentes de Oaxaca, Michoacán y Guerrero.
Hasta el momento se desconoce cuándo serán reabiertas, aún cuando los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Eduación (CNTE) partieron a sus entidades y sólo alrededor de 500 permanecen en la capital, en espera de acercamiento con la dirigencia sindical del CEN del SNTE.
Por otro lado, el magisterio michoacano cumplió 35 días en posesión de los edificios del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ante el estancamiento de las negociaciones y la inactividad de la procuraduría capitalina.
A pesar de la toma del edificio, en la que se tiene identificada la participación de Frente Popular Francisco Villa, Cleta y otras organizaciones sociales, la dirigencia nacional del SNTE asegura que continúa con sus actividades, al superar las limitaciones de no contar con sus oficinas.
De hecho, el líder nacional, Rafael Ochoa Guzmán continúa de viaje por todo el país, en tanto que en Distrito Federal organiza eventos culturales como el de "Chiapas: magia de encuentros", en el Antiguo Colegio de San Ildefonso de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El malestar de los trabajadores administrativos de la sede nacional de la SEP va en incremento ante el prolongado exilio al que se han visto obligados, por la decisión de las autoridades de mantener cerrado el histórico inmueble.
Hace unos días, el oficial mayor de SEP, Francisco Medellín Leal, aseguró que el cierre del edificio sede no representa un costo económico, sin embargo hay una pérdida en horas-hombre, por los traslados.
Es de recordar que un grupo del magisterio michoacano permanece en los edificios de Venezuela 38 y 44, en cuyo exterior, sobre el arroyo vehicular fueron colocadas dos barricadas con costales de arena, así como un templete sobre una estructura metálica, para eventos culturales. Las dirigencias magisterial oficial y la disidente han negado la existencia de negociaciones, sin embargo ha trascendido que éstas se están dando y que el punto de desacuerdo es que los últimos exigen la cartera de Finanzas de la Sección XVIII.
La agenda de trabajo sobre la que presuntamente trabajan es el inicio de un proceso de democratización del SNTE, en el que se complete la redistribución equitativa de las cuotas sindicales y un uso transparente del patromonio sindical.