Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

Contraluz / Paseo para todos

Dra. Ma. Del Carmen Maqueo Garza

Actualmente se lleva a cabo en la ciudad de Saltillo la Sexta Feria del Libro,bajo el lema “Un Paseo por la Palabra Escrita’’. Para complementar el evento central se vienen desarrollando diversas actividades, teniendo como foro el Museo de las Aves, magnífico recinto reconocido a nivel internacional. El objetivo final de la muestra es el acercamiento a la lectura, fundamentalmente por parte de los niños.

Una realidad dolorosamente cierta es el elevado índice de analfabetismo funcional que tiene nuestra población infantil. Recientemente se dio a conocer el muestreo que lleva a cabo la SEP año con año por Estados, y en Coahuila alcanzamos un nada honroso 7.2. Me atrevo a suponer que en gran medida esta calificación está dada por el hábito de leer sin comprender lo que se tiene frente a los ojos. O como diría alguna vez un personaje muy singular que he conocido: “Yo leo muchísimo... que no entienda lo que leo, es otra cosa”.

Al encuentro amigable con la palabra escrita. A no tener miedo de tocar, manipular, e ir deslizando la vista sobre aquel cúmulo de palabras que de primera intención parecieran vericuetos inextricables. Pero que en la medida en que los abordemos con una mente abierta, y sobre todo deseosos de incursionar en aquellas páginas, las cosas van tomando otro tenor.

Para el pequeño hay dos tipos de obras impresas: “Con monitos o sin monitos”. Las primeras definitivamente representan un contexto más familiar; de alguna manera “los monitos” están emparentados con lo que ellos en un momento dado han elaborado. Es más fácil dialogar con un simpático dibujo que llama a la fantasía. Enfrentarse a las palabras llanas de un solo golpe no deja de inspirar temor.

Claro, pero si es un cuentacuentos quien lo acerca a la obra, o si un mimo desmitifica aquellos velos de misterio que rodean a la palabra impresa, el chico irá perdiendo sus miedos.

Desgraciadamente en la provincia estamos muy alejados de una serie de posibilidades que ofrece el conocimiento humano; entre otras, el acercamiento a la palabra escrita para nuestros niños. Nada logramos con enviar media tonelada de libros a las bibliotecas, si el chico no tiene en su poder la llave que abre la cerradura de sus propios temores.

Actualmente ha iniciado en Piedras Negras un taller de apreciación a la lectura impartido por “Pepe Tachas”, académico de la lengua con particular interés en los niños. Requerimos que estos esfuerzos se prolonguen a lo largo del año, y sobre todo se multipliquen para alcanzar a los chicos de las colonias marginales, quienes difícilmente estudiarán más allá de tercer año de primaria. Familias de recursos muy limitados que jamás podrían destinar parte del salario familiar para comprar un libro, cuando hay prioridades de subsistencia muy por encima de ésta

Necesitamos que el Paseo por la Palabra Escrita sea incluyente. Que incluya a la provincia chica, que los recursos de Conaculta, EDUCAL, la SEP y el CONAFE no se concentren tanto a nivel central, y que se incluyan partidas para los pequeños municipios del Estado.

Verdaderamente ningún niño debiera de privarse del placer de perderse entre las páginas de un ameno libro para transportarse a otros mundos. O simplemente, a través del diálogo con el mejor interlocutor –el libro- ver refrendadas, corregidas o reflejadas sus propias inquietudes frente a la vida.

A nuestros chicos les ha tocado una carga sociocultural terrible. Se mueven en un medio cargado de contenidos que deben saber manejar. Contenidos que tienen como trasfondo intereses muy disímbolos; algunos bien intencionados, otros tantos provenientes de mentes tocadas por la ambición y el afán de poder. Además deben desempeñarse autónomamente desde tempranas etapas de su vida, y perciben una sensación particular de aislamiento y soledad, que difícilmente tuvimos quienes hoy rebasamos los cuarenta.

Para un chico resulta más accesible de entrada pulsar un botón y transportarse a través de la pantalla chica a otros mundos. Pero de una cosa podemos estar seguros, que ante el aparato es un espectador pasivo, y que sus sinapsis neuronales entran en un estado de letargo absoluto. No habiendo una participación activa de los mecanismos de percepción, comprensión, análisis y síntesis histórica frente a sí mismo, el chico se queda como estaba antes de encender el televisor, o inclusive peor, pues los contenidos de ciertos programas son francamente lesivos para mente y espíritu.

“Paseo para todos”: Clamor de la provincia chica frente a la capital del Estado. Derecho de nuestros niños coahuilenses desde Maderas del Carmen hasta Lagunas del Rey: “Paseo para todos”.

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