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NIZA, Francia.- Los residentes de la Riviera francesa retornaban ayer a sus residencias y casas de verano próximas a la costa, mientras los bomberos informaban que habían sofocado casi totalmente los incendios forestales en un vasto sector de la famosa región turística.
Aunque no había riesgo inmediato para los pueblos de la región, la situación seguía siendo precaria y los bomberos estaban preocupados por los fuertes vientos que podrían reavivar las llamas en la región provenzal.
“La gente está retornando a sus campamentos, hoteles y casas. No hay más hoteles ni pueblos amenazados”, dijo el teniente Jean-Pierre Souza del departamento de bomberos de Vars, que trabajó en la emergencia.
Pero advirtió que “todo depende del viento”.
Un hombre de 29 años confesó el miércoles haber iniciado algunos de los incendios forestales que mataron a cuatro turistas. Dijo que lo hizo como protesta por no haber sido admitido como bombero voluntario.
El fuego destruyó más de 8,000 hectáreas de pinares. Unos 1,700 bomberos, incluidos equipos de la vecina Italia, y 15 aviones y helicópteros fueron utilizados en la lucha contra los incendios.