La Selección Mexicana de futbol cumplió con su obligación al ganar la Copa Oro de la Confederación de Futbol, doblando a Brasil en el Estadio Azteca; y digo obligación, pues el diseño del torneo establecía que el Tri, sin salir de casa, lograra levantar el trofeo.
México vino de menos a más en el evento pues el partido ante Honduras fue simplemente espantoso, luego goleó a un rústico equipo de Jamaica y con la complicidad del portero tico dejó sembrado en semifinales al seleccionado de Costa Rica; por su parte la verdeamarelha hizo el trabajo sucio sacudiendo a Colombia y al "coco" Estados Unidos.
Así quedó establecida la gran final entre la Sub-23 de Brasil y el "concepto La Volpe" quien se la jugó con elementos en los que él cree a pie juntillas.
El triunfo era fundamental para convencer al público y a los escépticos de que la idea del director técnico de los verdes es la correcta, al dar la enésima oportunidad a jugadores que no han dado el estirón. La Volpe mostró que está dispuesto a morirse con la suya y ahora esa convicción se ve respaldada por un título que si bien se da en el marco de un campeonato de baja calidad, lo cierto es que para el pampero y sus dirigidos tiene la categoría de una misión cumplida.
México mostró cohesión, idea y una gran solidez defensiva, tanto, que se dio el lujo de no recibir gol en todo el torneo, pero se debe insistir en la escasa jerarquía de los rivales que enfrentó, incluido el tercer equipo de los pentacampeones mundiales.
¿Qué sigue? Bueno, pues los Juegos Panamericanos, donde seguirá la mata dando, aunque ya se enfrentará a rivales con mayor historia y prosapia, y después, buscar la calificación para la Olimpiada, es decir, espero que Ricardo La Volpe entienda que no se ha ganado nada todavía.
Se ganó en confianza, en determinación, se puede vislumbrar el rescate de la "generación perdida" integrada por Osorno, Juan Pablo Rodríguez, Zepeda y compañía, y fundamentalmente, se refuerza la convicción de La Volpe que está en la senda correcta.
Ahora se verá qué tanto sigue en esa línea o vuelve a la convocatoria excesiva de jugadores y los veteranos regresen a la alineación. Por el bien del concepto espero que Ricardo sea necio y siga con lo planeado.
Ya supo en vivo y a todo color lo que es la presión de sentarse en el banquillo tricolor y también se enteró que así como reza un fragmento del Himno Nacional: "Un soldado en cada hijo te dio", tratándose de futbol hay un técnico en cada mexicano y una prensa que cuestiona y aprieta a veces sin demasiado conocimiento de causa.
Con menos presión y mayor exigencia, Ricardo La Volpe debe llevar adelante su plan de trabajo. Hasta donde tope.
En otro tema, la Copa Oro recién terminada evidenció otra verdad: el pésimo nivel de arbitraje que existe en el área.
Los silbantes carecen de personalidad, conocimiento reglamentario, condición física, y en general, manejo de situaciones complicadas; además, los asistentes son verdaderos asesinos con bandera que marcan cualquier tontería y arrastran al central con sus erróneas señalizaciones.
Salvo el caso de México, que mandó dos árbitros de categoría en las personas de Ramos Rizo y Archundia, lo demás es lamentable y lo peor es que siguen siendo los mismos de siempre, demostración plena que no hay trabajo con jóvenes.
Si no hace algo urgente, Confut se va a quedar sin jueces confiables.