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MÉXICO, D. F.- Las manchas, ojeras y granitos son algunas de las imperfecciones que aparecen en el rostro cuando menos lo esperas. Por suerte son fáciles de disimular gracias a un gran aliado de las mujeres: el corrector.
Antes de aplicarlo debes extender un poco de hidratante para el contorno de ojos, esto permite repartir mejor el producto.
El corrector debe ser sólo un tono más suave que la piel. Para facilitar su uso, caliéntalo un poco entre los dedos. Aplícalo primero en la zona que va del lagrimal a la nariz, el ángulo más oscuro del rostro, sin repartirlo bajo todo el ojo, solamente en ese pequeño triángulo.
Evita extenderlo; fíjalo con pequeños golpecitos para conseguir una mayor cobertura de color. Nunca repartas corrector por la zona de las patas de gallo, pues sólo conseguirás marcarlas más.
Para prolongar la duración del producto aplica un poco de polvo traslúcido.
Recuerda que no sólo existen correctores para tapar las ojeras.
Para disimular las manchas rojas del rostro puedes usar los de color verde, que ayudan a apagar ese tono encendido; siempre aplícalo con mesura y bajo el maquillaje.
Para cubrir las espinillas o granitos, es conveniente usar un corrector de ojeras pero debe ser exactamente del mismo color que la piel, nunca más claro.
En cuanto a las texturas, existen en crema (se utilizan bajo el maquillaje), en barra o en polvo compacto, que se aplican como cualquier otro tipo de polvo traslúcido, sobre el maquillaje y para matizar. Estos son más sutiles y perfectos para retoques.