El Ministerio Público simplemente no recibió la denuncia
TORREÓN, COAH.- Al no haber sido detenida en flagrancia, el Ministerio Público no recibió la denuncia en contra de María del Carmen Villavicencio Bocanegra, quien la tarde del viernes ofrecía en 500 pesos a sus tres hijos y sobrina, para que sujetos pervertidos saciaran sus bajos instintos. La mujer quedará en libertad luego de cumplir 36 horas de cárcel.
Esta noticia causó un gran enojo a Francisco Javier Gutiérrez Pesquera, titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), luego que fueron elementos del Escuadrón Ciclista de la citada dependencia, los que lograron la captura de la presunta corruptora de menores.
“Entonces, de acuerdo a la idea del Ministerio Público, nos hubiéramos esperado a que los pervertidos estuvieran en el cuarto de hotel realizando su incalificable delito para hacer la detención en flagrancia”, dijo con enfado.
María del Carmen Villavicencio Bocanegra, de 24 años de edad, domiciliada en calle Cuauhtémoc No. 54 de Ciudad Lerdo, Durango, se le relaciona con el sonado caso de corrupción y prostitución de menores, en perjuicio de una treintena de niñas que llevaba a “trabajar” con el comerciante de ascendencia palestina Antonio Sicsick Segovia, de 66 años, actualmente internado en el Centro de Rehabilitación Social (Cereso) por los delitos ya mencionados.
Según el boletín informativo de la DSPM, la detención de María del Carmen se efectuó la tarde del viernes a la altura de la avenida Mutualismo y calle Múzquiz de la colonia Nueva Rosita, luego que María Guadalupe Ambriz y Magdaleno Carreón Gallegos, hicieron la denuncia a dos elementos femeniles del Escuadrón Ciclista.
La pareja manifestó a las uniformadas que la mujer en cuestión ofrecía a los menores, de cuatro, seis y ocho años de edad, en 500 pesos a los viciosos del sector, para que se los llevaran a un hotel e hicieran con ellos lo que quisieran.
Las policías de inmediato se abocaron a la captura de María del Carmen, a quien remitieron a la cárcel municipal con el objeto de ponerla a disposición del Ministerio Público.
No reciben la denuncia
Con el argumento de que no fue arrestada en flagrancia, Elizabeth Salazar Ramírez, titular de la mesa uno de la Agencia del Ministerio Público de Detenidos, no quiso recibir la denuncia, por lo que las “policletas” tuvieron que internar en la ergástula a la presenta corruptora de menores, por el delito de “alterar el orden en la vía pública”.
Al respecto no se pudo cuestionar al coordinador del área, Jorge Alfredo Mena Soto, pues se encuentra de vacaciones y la persona que lo cubre no fue a trabajar, sin embargo, en esas oficinas se dio a conocer que nadie había recibido la denuncia.
Estalla titular de Seguridad Pública
Cuestionado sobre el particular, Francisco Javier Gutiérrez Pesquera, director de Seguridad Pública, dijo que cómo era posible que una persona que fue señalada por testigos, el Ministerio Público no le diera entrada a la denuncia.
Indignado y molesto por la situación, manifestó que solicitaría una entrevista a la brevedad posible con el nuevo delegado de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Gerardo Antonio Pérez Pérez.
La presunta corruptora de menores permanecerá un lapso de 36 horas ordenado por el Juez Calificador, con quien quedó a disposición. Una vez cumplido el ordenamiento, quedará en libertad.
Antecedentes
María del Carmen Villavicencio Bocanegra, residente de Lerdo, Durango, fue detenida hace varios meses en relación al caso de corrupción y prostitución de menores. Según las investigaciones, es una de las mujeres que proveía de niñas al comerciante Antonio Sicsick Segovia, quien les pagaba cierta cantidad de dinero por el favor.
María del Carmen Villavicencio Bocanegra y “La Kikis”, son dos de las mujeres que le llevaban hasta en dos o tres ocasiones por semana, pequeñas de entre ocho y 11 años para que “se entretuviera”.
Tras decirles que se ganarían buen dinero si iban con una persona a Torreón para hacer “gorritos” de papel, las pequeñas ilusionadas aceptaban de inmediato la oferta, sin saber que cuando llegaban al supuesto trabajo, las espera un individuo que sólo las quería para satisfacer su libido.
Una vez hecha la labor de convencimiento, María del Carmen Villavicencio Bocanegra y “La Kikis”, con un grupo de niñas cada quien, abordaban el camión frente a las instalaciones de la Cruz Roja de Lerdo con rumbo a Torreón, pues sabían que por cada menor les darían 100 pesos.
Ya en el domicilio de Presidente Carranza No. 708 oriente, Sicsick Segovia las ponía a hacer “gorritos” de papel en los que debían escribir su nombre. De esta manera era como se daba cuenta si eran o no mayores de 12 años. La que tenían 13 años, ya no las quería, pues sus preferencias eran con las más chicas.
Cincuenta pesos recibía la niña que se deja tocar y 100 ó 130 pesos, la que le llegaba a hacer el sexo oral.