Los niveles de pobreza en la entidad han crecido, de tal manera que una cifra conservadora aportada por las autoridades de la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social, reveló que existen al menos unas 160 mil familias que viven en condiciones precarias y que han accedido a los apoyos gubernamentales, como el caso de los programas Oportunidades, Leche, Microrregiones y otros.
Mientras que a nivel central se han solicitado mayores apoyos presupuestarios al Congreso de la Unión para enfrentar el creciente problema de la pobreza urbana, un muestreo hecho en la ciudad de Durango reveló que la economía de las familias pobres lejos de recuperarse ha entrado en picada. Un sondeo en colonias como La Ponderosa, El Ciprés, Masie, Ampliación PRI y Lázaro Cárdenas, reflejó la carencia de servicios básicos e insuficiente poder adquisitivo.
La colonia La Ponderosa, asentada a diez minutos del centro de la ciudad, está convertida en un lunar de pobreza dentro de la zona urbana de la capital. Allí se carece de todos los servicios y las viviendas; son simples jacales construidos a base de tablas, cartones y láminas, donde se filtran tanto el aire como el frío.
En la zona de pobreza la señora Adriana de Jesús Luna Morales, una vecina de La Ponderosa, narra un día normal: “Desde muy temprano hay que preparar la salida de mi esposo (trabajador en una panadería), luego hay que navegar con el agua para las labores domésticas y para tomar; atiendo a mi hijo y hago la comida con el dinero que hay”.
En la colonia de Adriana de Jesús no hay drenaje, agua potable; las calles son polvorientas, las necesidades sanitarias se hacen en improvisadas letrinas; la luz eléctrica llega a través de los peligrosos diablitos, y la pobreza es un acompañante más en este cuadro urbano.
La señora Paula Martínez, de 41 años de edad, con domicilio en la colonia El Ciprés, es otro ejemplo más de los niveles de pobreza. Con esfuerzo junto a su esposo, un comerciante ambulante, compró un terreno a 5 mil 500 pesos, pero el sustento diario es una incertidumbre.
Adicionalmente, en 14 municipios catalogados como marginados, básicamente ubicados en las regiones de Las Quebradas, semidesierto o zona indígena, el 50.4 por ciento de la población habita viviendas con piso de tierra, y en promedio el 43 % no dispone de agua entubada, servicio de drenaje y electrificación.