Reuters
México, DF.- Como en un cuento de hadas, el crédito duerme en México a la espera de que una varita mágica lo despierte de su largo letargo.
Por ahora, parece que el prometido, anhelado y anunciado auge crediticio no llegará a México al menos en lo que resta de 2003.
Según analistas, la actividad crecería entre un modesto seis y ocho por ciento ante el estancamiento y las oscuras perspectivas de la economía mexicana. El año pasado, el crédito creció en México un 9.1 por ciento.
“La tendencia es de crecimiento lento (...) Pero lo que el sistema bancario (mexicano) necesita es un crecimiento de dos dígitos”, dijo un especialista de una calificadora de riesgo internacional.
La incertidumbre frena los planes de inversión de las empresas y desalienta el consumo de las familias, preocupadas por su seguridad laboral en momentos en que el desempleo trepa a los niveles más altos en cuatro años.
Y pese a que las tasas referenciales cayeron a mínimos históricos, los créditos siguen siendo caros para la gente.
Los Certificados de Tesorería (Cetes) a 28 días -referenciales- se ubican apenas sobre el cuatro por ciento, pero las tarjetas de crédito cobran intereses de entre el 25 y el 40 por ciento, los préstamos hipotecarios rondan el 15 por ciento y el crédito comercial se ubica entre el 12 y el 16 por ciento.
El freno de la economía
Los especialistas dicen que la economía mexicana no despegará como se esperaba en el segundo semestre a raíz del estancamiento de la actividad en Estados nidos, su vecino y destino del 90 por ciento de las exportaciones del país.
“Creo que la segunda mitad del año va a estar como la primera, muy estancada. Se me hace difícil que sin que el gobierno impulse el gasto y Estados Unidos sin demandar exportaciones mexicanas pudiésemos tener un crecimiento en forma”, dijo Sergio García, analista de Casa de Bolsa Value.
Desde el inicial y optimista crecimiento de tres por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) estimado por el gobierno, el Banco de México (central) bajó en dos ocasiones sus proyecciones a dos por ciento. Los analistas pronostican un crecimiento aún menor.
“Para un país como México, hablar de tasas de crecimiento menores a dos por ciento es para algunos sectores hablar de tasas negativas de crecimiento”, añadió García.
En este contexto, los banqueros pueden volver a guardar en sus bolsillos los 174,000 millones de pesos que ofrecieron en junio para reactivar el crédito, ya que la oferta quedará grande ante la reducida demanda del mercado.
“El dinero ahí está, pero necesitas de una reactivación en la economía para ver que brinque el crédito”, dijo Jorge Gutiérrez, analista de Scotiabank Inverlat.
“Para colocar ese dinero les falta un rato”, dijo Miguel Martínez, gerente de riesgo de crédito de Grupo Financiero Inbursa.
El Banco de México informó recientemente que la cartera crediticia total de la banca al sector privado creció apenas 3.6 por ciento en el primer semestre del año.
El rubro más activo fue el crédito al consumo, que subió 15.3 por ciento, pero su impacto es marginal. En tanto, los préstamos hipotecarios treparon apenas 2.9 por ciento en los primeros seis meses del año.
El crédito comercial, que representa cerca del 30 por ciento de la cartera bancaria y es motor y reflejo de la economía, creció apenas uno por ciento.