Reuters
Nueva York, EU.- La agencia calificadora Standard & Poor?s dijo ayer que las aerolíneas podrían enfrentar mayores daños financieros en caso de que se desate una guerra liderada por Estados Unidos contra Iraq.
?Las aerolíneas, que ya están afectadas por los efectos de los ataques del 11 de septiembre del 2001 y sus secuelas, ahora enfrentan un daño financiero mayor por una guerra?, dijo el analista de crédito de Standard & Poor?s Philip Baggaley.
?Las aerolíneas, en especial las grandes aerolíneas estadounidenses, ya se han visto afectadas por los altos precios de los combustibles, una erosión acelerada en las reservaciones en rutas internacionales, e, indirectamente, por el efecto de la incertidumbre en la actividad de las empresas?, agregó el analista.
Standard & Poor?s colocó además en observación con implicaciones negativas su calificación de 11 aerolíneas, debido a los riesgos relacionados con el probable ataque de Estados Unidos y sus aliados contra Iraq.
Entre las principales aerolíneas afectadas están British Airways PLC, Continental Airlines Inc, Delta Airlines Inc., Deutsche Lufthansa AG y Southwest Airlines Co.
Gobierno de EU listo
para apoyar
El gobierno del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, está listo para ayudar al alicaído sector de las aerolíneas si un conflicto bélico en Iraq agudiza sus problemas, dijo ayer el secretario de Transporte estadounidense, Norman Mineta.
?Estaremos listos para actuar muy rápidamente si surge la necesidad?, dijo Mineta en una conferencia del sector de la aviación. El funcionario rehusó dar detalles sobre qué medidas concretas tomaría el gobierno.
La semana pasada, la asociación líder de las principales aerolíneas de Estados Unidos dijeron que una guerra en Iraq que dure 90 días podría originar una pérdida anual para el sector de 10,700 millones de dólares, con más bancarrotas y 70,000 despidos.
Mineta dijo que el gobierno estaba enfocado en cómo asistir al sector, ?tratando de asegurar que estemos preparados para cualquier resultado?. También dijo que el gobierno estaba en contacto diario con los ejecutivos de las aerolíneas.