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WASHINGTON, EU.- El secretario estadounidense de Estado, Colin Powell, dijo ayer que las recientes acciones de Cuba contra activistas y periodistas son "condenables" y señaló que deberían escandalizar a todos los líderes en el mundo.
En vísperas del voto sobre Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, el jefe de la diplomacia estadounidense fustigó lo que caracterizó como el "horrible" historial humanitario del gobierno cubano.
"Más que mejorar, está empeorando... debería ser motivo de escándalo para todos los líderes de este continente y del mundo", señaló el funcionario en una reunión con periodistas extranjeros.
Powell respondió a la pregunta sobre la situación en Cuba luego que el Departamento de Estado criticó en días pasados las sentencias contra unos 80 activistas y periodistas, y mostró su preocupación por la premura en la ejecución de tres secuestradores de una lancha.
"Creo que sus acciones (del gobierno cubano) son condenables.
Pero no deberíamos sorprendernos. Ese ha sido el patrón y la historia de la Cuba de Fidel Castro. Y una vez más ha demostrado vívidamente la naturaleza de su régimen", añadió.
Powell expresó en ese sentido su expectativa de que la actitud del gobierno cubano "sea notada" por aquellas naciones que participan en Ginebra cuando sean emitidos los votos en torno a la situación en Cuba.
Las críticas de Estados Unidos contra Cuba son compartidas por organizaciones internacionales de derechos humanos.
Human Rights Watch (HRW) ha deplorado que el gobierno cubano haya aparentemente aprovechado la atención que generó la ofensiva militar estadunidense contra Irak para lanzarse contra los activistas.
"Las duras sentencias son totalmente injustificadas", lamentó en días pasados el director ejecutivo de HRW para la división de las Américas, José Miguel Vivanco. "Cuba está contraviniendo las normas fundamentales de derechos humanos", cuestionó.
HRW sostiene que se trata de la peor acción de represión en una década y anticipó que Cuba encara una probable condena por sus abusos de los derechos humanos, durante la reunión de seis semanas de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.