01 julio 2003
Nueva York, EU, (SUN-AEE).- Analistas de Wall Street someten a estudio la capacidad de maniobra del presidente Vicente Fox y ubican a los responsables de la falta de reformas en México.
Para algunos, la culpa de que no se avance en materia energética, fiscal y laboral recae solamente en el mandatario, en tanto que otros consideran que la responsabilidad debe ser compartida entre el Ejecutivo, el Legislativo y la clase política del país.
"Hay un creciente consenso de que el propio presidente Fox es el principal obstáculo para las reformas", señala José Barrionuevo, director de Estrategia para Mercados Emergentes del banco Barclays Capital.
"El sistema político sigue en proceso de cambio y evolución, y a Fox le tocó navegar estas aguas, pero para muchos inversionistas sería exagerado echarle la culpa a él", dice por su parte Graham Stock, jefe de Estrategia para América Latina de JP Morgan.
De cara a las elecciones del 6 de julio, los analistas de Wall Street confían en que con un nuevo Congreso podrían aprobarse algunas de las reformas fiscal, laboral y energética que son fundamentales para el crecimiento de la economía mexicana.
¿Qué tanta responsabilidad tiene el presidente Fox en la falta de avances en la aprobación de reformas estructurales?
Felipe Illanes, economista y estratega en Renta Fija para América Latina de Merrill Lynch, opina: "Hay una percepción de decepción porque las reformas estructurales no han avanzado tanto como se deseaba".
Precisa que en Wall Street los inversionistas reparten la culpa entre el presidente y el Congreso. "Creo el presidente que ha tratado de hacer avanzar esta agenda, diría que consistentemente a través de su gobierno, pero que tal vez no ha tenido el manejo político que podría haber ayudado a que esto avanzara de una manera más profunda", dice.
Y abunda: "Al mismo tiempo, se reconoce mucho que las condiciones tal vez han sido bastante desfavorables para el presidente, ya que su partido no tiene una mayoría en el Congreso, como la gozara en su época el PRI".
Asegura que éste "es un gran atenuante en relación a la percepción del alguna decepción que pueda haber con relación al manejo del presidente Fox".
Por otro lado, José Barrionuevo, director de Estrategias para Mercados Emergentes de Barclays Capital, señala: "Hay un creciente consenso de que el propio presidente Fox es el principal obstáculo para las reformas. Fox no parece entender la urgencia de que sean aprobadas".
Asegura que Fox "no ha hecho el esfuerzo de apersonarse en el Congreso para explicar la urgencia de las reformas, y su estrategia de culpar por la falta de avances a los partidos de oposición está siendo cuestionada cada vez más, y muy probablemente se le revertirá. En consecuencia, hay pocas posibilidades de las reformas sean aprobadas durante la presente administración".
En tanto, Gray Newman, director ejecutivo de Morgan Stanley, señala que Wall Street, "en general, no culpa al presidente Vicente Fox; la crítica sería a los políticos en conjunto". Acepta que "el mercado habría esperado una reforma o un impulso mayor en áreas como la fiscal y la eléctrica".
Graham Stock, jefe de Estrategia para América Latina en JP Morgan, dice que Wall Street atribuye la falta de progreso en cuanto a las reformas a "la coyuntura política en México en estos años, más que a un fracaso personal por parte del presidente Fox. El sistema político sigue en proceso de cambio y evolución, y a Fox le tocó navegar estas aguas, pero para muchos inversionistas sería exagerado echarle la culpa".
¿El presidente ganará apoyo para pasar algunas reformas?
Illanes, de Merrill Lynch, indica que si el PAN no consigue la mayoría de la Cámara el 6 de julio, hay una probablidad de que se avance algo en las reformas.
Explica que el PRI y el PRD "pueden ver atractivo para ellos, que pueden estar en el gobierno a futuro, el avanzar en algunas reformas que pongan mejores condiciones para la economía, y al mismo tiempo demostrar que son partidos a los que también les interesa avanzar en las reformas".
Barrionuevo, de Barclays Capital, comenta que, "ante los deficientes manejos de Fox, tanto en la política como en la economía, no es de sorprender que el PAN no vaya a obtener una mayoría en el Congreso", por lo que "es poco probable que Fox logre el respaldo para aprobar las reformas". En cambio, el PRI podría ser capaz de reunir suficiente apoyo para asegurar que algunas pocas reformas pasen, añade.
Por su parte, Gray Newman, de Morgan Stanley, precisa que desde hace un par de meses, nadie espera una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Sin embargo, "al llegar un grupo nuevo, existe la posibilidad de reformas; yo no lo descartaría en este momento", afirma.
De otro lado, Graham Stock, de JP Morgan, está seguro de que "va a ser difícil en la próxima mitad del sexenio avanzar con las reformas estructurales, a menos que se establezca un ambiente más cooperativo en el Congreso".
¿El no aprobar esas reformas pondrá en riesgo la inversión extranjera en México?
"A largo plazo sin duda que no avanzar en estas reformas complica el atractivo de inversión extranjera directa", advierte Illanes, de Merrill Lynch. Menciona que "en la medida en que se avanzara con las reformas estructurales, creemos que México podría avanzar en desarrollar mayor competitividad a través de ganancia de productividad".
México es el país con el más bajo nivel de inversión extranjera directa, al representar sólo 2 por ciento del PIB, además de que pierde competitividad cada año, dice Barrionuevo, de Barclays Capital. "El crecimiento a mediano plazo y la solvencia fiscal de México están siendo puestos en riesgo por la falta de reformas".
"Si esas reformas no pasan, el riesgo es limitado, por el hecho de que mucha de la inversión directa que llega a México no depende ni del ciclo de Estados Unidos ni de las reformas; una parte muy importante de esta inversión va a llegar a México por el simple hecho de que la integración de las dos economías sigue, enfatiza Newman, de Morgan Stanley, y resalta: "Lo preocupante de México no es que haya un potencial de riesgo a la baja, lo preocupante es que el potencial de crecimiento también parece limitado por la falta de avance en esas reformas".
Las reformas estructurales en el mediano plazo, son reformas importantes para que México no pierda competitividad frente a la producción doméstica en EU y frente a exportadores de otros países, sobre todo de Asia, puntualiza Stock, de JP Morgan.
Dice que las ventajas que tiene México en costo de mano de obra (contra empresas en EU) y proximidad geográfica (contra empresas en Asia) dominan, pero hacen falta reformas en la energía, mercado laboral y sistema tributario, para seguir atrayendo flujos de capital de largo plazo.
¿Cuál es el pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en 2003?
Merrill Lynch proyecta en este momento un crecimiento de 1.9 por ciento para el el presente año, precisa FeIipe Illanes.
En cambio el analista de Barclays Capital, José Barrionuevo, calcula un crecimiento de 1.5 por ciento , y reconoce que, ante el panorama, "podría ser revisado a la baja".
Mientras tanto, en la perspectiva de Gray Newman, director ejecutivo de Morgan Stanley, es sano refrendar su pronóstico de 1.9 por ciento para 2003.
Y, finalmente, para el jefe de Estrategia para América Latina en JP Morgan, Graham Stock, se proyecta un crecimiento de 2.1 por ciento para este año.