GÓMEZ PALACIO, DGO.- Emilio Rubio Solís tiene 26 años y desde hace algunos meses laboraba en la tortillería “La Espiga”, de la colonia Chapala, en este tiempo logró ganarse la confianza de su patrón y era el encargado de ir al banco a depositar las ganancias del establecimiento, el pasado lunes la ambición lo venció y decidió quedarse con 17 mil pesos, regresó con su patrón y le dijo “unos ‘cholos’ me asaltaron antes de llegar al banco”, 48 horas después confesó que él tenía el dinero.
Cuando recibió la noticia, Braulio Antonio Reveles Carlos, propietario de la tortillería, se sorprendió mucho pero en ningún momento desconfió de su empleado y creyó todo lo que él le dijo sobre el supuesto robo.
Ese mismo día por la tarde, el tortillero llevó a Emilio a la Subprocuraduría General de Justicia del Estado para interponer la denuncia por robo y esperar las investigaciones de la Policía Ministerial para ver si ubicaban a los ladrones y recuperaban el dinero.
En su declaración, el empleado de la tortillería dijo que el lunes a las 15:35 horas su patrón lo había mandado a depositar los 17 mil pesos al banco que está ubicado en la Soriana Hamburgo, luego mencionó que cuando llegó al estacionamiento de este centro comercial “unos ‘cholos’ me amenazaron con una navaja para quitarme el dinero”.
Los ministeriales comisionados al área de robos dudaron de la versión que dio Emilio y notaron que el joven empleado había caído en algunas contradicciones, por esta razón lo volvieron a llamar para pedirle más datos que permitieran ubicar a los presuntos ladrones.
Al verse acorralado, los nervios se apoderaron de Emilio y una mentira lo fue llevando a la otra hasta que no soportó el interrogatorio y terminó por confesar que todo era una mentira, “el dinero lo tengo en mi casa”, dijo, después llevó a los ministeriales a su domicilio y entregó 15 mil 650 pesos en efectivo, el infiel empleado ya se había gastado mil 350 pesos.