Por María Cecilia Aguilar
El Siglo de Torreón
SAN PEDRO, COAH. Es ciego, pero dice que ve mejor que nadie. Es Juan Manuel Limón Triana de 28 años, a quien hace 18 años la luz se esfumó de sus ojos. Afirma que es ahora cuando ve con mayor claridad: “para mí la vida ahora tiene mucho más formas, colores y sonidos”.
Sentado en una pequeña mesa de metal y acompañado de dos de sus alumnas, Juan Manuel platica que desde abril del año pasado trabaja para el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia en San Pedro enseñando el Sistema Braile para un grupo de invidentes.
Con un grado de Licenciatura en Sociología por la Universidad Autónoma de Coahuila, Juan Manuel quien es oriundo de Torreón, oculta sus ojos con unas gafas negras y comenta que desde muy pequeño tuvo problemas con su vista, “desde los 10 tuve problemas, hasta que poco a poco perdí la vista por completo”.
Su voz refleja cierta tristeza cuando recuerda aquellos años, “al principio los médicos dijeron que con una operación mi problema terminaría, tenía mucha confianza de que así fuera...pero resultó que no, sólo que gracias a mi familia y apoyado en Dios, nunca me dejé vencer”.
Mientras Juan Manuel relata su historia, Norma Flores Escareño, de 30 años, quien por un glaucoma perdió la vista y Gloria Solís Castillo maestra de primaria, invidente también desde hace ocho años, trabajan en silencio la tarea encomendada por su maestro.
Luego de responder a sus discípulas unas preguntas, Juan Manuel expone que su enfermedad no fue impedimento para que siguiera estudiando, “cuando tenía 12 años, para estudiar el Sistema Braile, mis papás me trasladaron a la ciudad de San Luis Potosí donde estudie el cuarto y quinto año de primaria en la Escuela Primaria para Invidentes, profesor Emilio M. Bellock; el resto de la educación básica y la secundaria la terminé en el Instituto Nacional de Educación para Adultos ”.
Para este joven profesionista fue un orgullo que su mamá Isabel Triana Mesa, terminará con él la preparatoria nocturna, “ella y mi padre, Juan Manuel Limón Enciso, han sido mi gran apoyo”, reconoce con satisfacción.
El también maestro de sociales en una preparatoria de Torreón afirma que el pensar positivamente es la clave de todo, “la mente tiene mucho que ver... yo batallé mucho para acostumbrarme, en realidad batallamos todos en un principio para adaptarnos, pero luchamos, le echamos muchas ganas y al fin salí adelante”.
Gloria Solís Castillo -quien por una enfermedad las retinas de sus ojos se destruyeron-, interviene en la conversación para decir que atribuye su ánimo positivo al apoyo que Juan Manuel le ha proporcionado, “este hombre es un gran ejemplo para la humanidad, desde que escuché su voz, denoté en el un gran espíritu de lucha... ya hasta me convenció y solicité una oportunidad en la Secretaría de Educación Pública para impartir clases”, manifiesta orgullosa.
Juan Manuel luego de agradecer a su alumna el comentario, recuerda que le gustaba mucho dibujar, “me acuerdo de todos los colores”, ríe por el comentario y luego añade, “pero a pesar de que no veo, mi mente siempre trata de ver la luz en todo lo que percibo, siento y toco”.