Por: Cristal Barrientos Torres
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Se cuentan por decenas: niños de la calle, indígenas, limpiaparabrisas, vendedores de lo que sea, invaden los cruceros de la ciudad. Lo mismo mendigan que ofrecen un espectáculo a cambio de dinero.
En los últimos meses, se ha incrementado el número de niños en la calle y jóvenes que ofrecen limpiar los coches. Algunos conductores se molestan por su insistencia, otros simplemente los ignoran mientras la luz está en rojo.
Los cruceros de la ciudad se encuentran saturados. Lo mismo la confluencia del bulevar Diagonal Reforma y avenida Juárez, bulevar Independencia y calzada Colón, calle Múzquiz y bulevar Independencia, cualquier arteria es buena para conseguir algo de monedas.
De acuerdo a organizaciones como Espíritu que Danza, en el contexto de una depresión económica nacional, a partir de 1994-1995 se empieza a observar un incremento de niñas y niños desempeñando diversas actividades en los cruceros de la ciudad de Torreón, Coahuila.
Gran cantidad de estos menores vive en asentamientos marginales de la periferia oriente de la ciudad y habitan casas de cartón o material de desecho, en un entorno de violencia intrafamiliar y social.
Espíritu que Danza observa que estos niños suelen carecer de una figura paterna y esta circunstan-cia los obliga a desempeñar en ocasiones, el rol de proveedores del hogar, una presión desproporcionada para su edad, en consecuencia hace a un lado su infancia y se inicia precozmente en oficios subalternos callejeros, que involucran riesgos y un daño emocional en su desarrollo psico-social.
Debido al ambiente en que viven, algunos de ellos han probado inhalantes desde una edad muy temprana. En algunos casos han roto el lazo familiar y lo sustituyen incorporándose a alguna pandilla. A través de un proceso el niño empieza a vender mercancía, realiza diversas actividades en los cruceros o comete pequeños robos.
La organización señala que el menor queda expuesto a una serie de situaciones de riesgo que ha de enfrentar solo y sin recursos. También el inicio de esta actividad delictiva lo llevará a la cárcel, o los llamados centros de readaptación, del que saldrá para seguir delinquiendo y así sucesivamente, sin embargo las autoridades nada han hecho por retirarlos de los cruceros de la ciudad.