02 agosto 2003
SANTO DOMINGO (AP) .- La cubana Eglis Cruz se llevó el sábado la primera medalla de oro de los Juegos Panamericanos al ganar la competencia femenina de rifle de aire comprimido.
La plata fue para la estadounidense Melissa Mulloy y el bronce para la argentina Amelia Fournel.
Cruz sumó 497,4 puntos, Mulloy 492,8 y Fournel 492,5 en el polígono de El Higuero.
La mexicana Teresa Téllez, de 15 años, quedó cuarta y la argentina Cecilia Zeid fue quinta.
Cruz, quien tiene 22 años y es oriunda de Santi Spiritu, en el centro de Cuba, ganó también la etapa preliminar con holgura. En esa fase la escoltaron igualmente Mulloy y Fournel.
Dijo que se interesó en el tiro hace 12 años porque un primo era aficionado a ese deporte.
"Venía con expectativas, pero jamás pensé que podría tener tan tremenda alegría. Ganar un oro es siempre importante. Pero en este caso espero que lo sea más porque podría marcar la senda de muchos triunfos cubanos", declaró la deportista después de la prueba, con la bandera de Cuba a un costado y el rifle cruzado en el pecho.
Cruz indicó que no la molestó la bulla que hubo en el polígono, donde técnicos y allegados alentaron a los gritos a los ocho finalistas.
"No, para nada. El aliento me da fuerzas, motivación. Es posible que a otras tiradoras las desconcentre, pero para mí es como un himno de guerra que me empuja", manifestó Cruz, quien estudia educación física.
Fournel tiene 26 años y aprendió a tirar con su padre, quien es aficionado a la caza, en la provincia de Santa Fe.
Lagrimeando, la argentina dijo que "no esperaba una medalla".
"Me preparé bien y soñaba con una medalla, pero pensé que quedaría en un sueño nada más. Anoche mismo en la Villa Olímpica me imaginé en el podio, pero creí que eso era solo un sueño", insistió.
Téllez, la más joven de todas las tiradoras, estaba tercera luego de las primeras seis de las diez rondas de la final.
"Sufrí una gran dosis de desconcentración. No sé qué me pasó. En los últimos tiros parecía que tenía el mal de Parkinson. Se me movía todo, el cuerpo y el alma. Habrán sido los nervios", comentó entre sonrisas.