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Cuba llora

Agencias

LA HABANA, cuba.- El popular cantautor cubano Compay Segundo, que alcanzó la fama en la última parte de su vida, falleció ayer en La Habana a los 95 años, como consecuencia de una insuficiencia renal complicada con problemas metabólicos.

Máximo Francisco Repilado Muñoz nació el 18 de noviembre de 1907 en Siboney (Santiago de Cuba), y adoptó el seudónimo artístico de Compay Segundo a principios de los años 40, cuando formó el dúo Los Compadres junto a Lorenzo Hierrezuelo.

Compay quedó como abreviatura del “compadre” utilizado en la región oriental de la isla y Segundo por su tono de barítono, que le obligaba a actuar acompañando a la primera voz.

Nacido como Máximo Francisco Repilado Muñoz, el espigado músico aficionado a los tabacos llevó la música cubana al mundo y recibió un premio Grammy en 1998 al cumplir 90 años, como parte del Buena Vista Social Club, junto con otros talentosos músicos cubanos.

En auditorios desde La Habana hasta París, puso a bailar a la gente con sus éxitos como Chan Chan, provocando el resurgimiento de un género musical que había quedado en el olvido, incluso en Cuba.

“Simbólicamente, representó nuestra cultura en todo el mundo”, dijo Omara Portuondo, quien cantó en el disco de Buena Vista y estuvo ayer junto al féretro de Compay durante su velación en La Habana.

Un viejo miembro del grupo de Compay, el guitarrista Benito Suárez, dijo que el músico siempre fue una persona alegre.

Compay era conocido por sus sombreros tipo borsalino y una continua sucesión de puros. Suárez contó que Compay decía que fumó el primero a los cinco años y que jamás lo dejó.

Su sombrero fue colocado entre coronas de flores sobre su féretro. Cerca de él estaban unas flores enviadas por el presidente Fidel Castro.

Compay murió de fallo renal a las 11 de la noche del domingo, dijo su nieta, Frances Valeria Repilado. Luego de la velación en La Habana, sus restos serán llevados hoy a la ciudad oriental de Santiago, donde Compay Segundo pasó su niñez, para ser sepultados.

El pasado lunes siete había participado brevemente en un concierto en su honor ofrecido por sus hijos en el Hotel Nacional de La Habana, donde una sala de conciertos lleva su nombre.

Aunque de andar lento y oído débil, se veía tan lúcido como siempre.

Velan su cuerpo

Familiares y amigos de Compay Segundo comenzaron a congregarse ayer en una conocida funeraria de La Habana para velar el cuerpo del artista cubano, que será enterrado en Santiago de Cuba como era su voluntad.

El cuerpo de Compay fue trasladado a primeras horas del lunes a una popular funeraria de la capital cubana, donde empezaron a darse cita familiares y amigos íntimos.

Fuentes familiares confirmaron que el cuerpo será enterrado hoy en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, a unos 950 kilómetros de La Habana, siguiendo la última voluntad del artista.

Extraordinariamente alegre, parrandero y coqueto, Compay mantuvo siempre un gran sentido del humor y no dejó que la gloria le apartara de la realidad.

Hasta el último momento bromeó sobre sus ansias de tener un sexto hijo y expresó su deseo de mantenerse sobre los escenarios hasta pasados los cien años.

En una de sus últimas entrevistas, el “patriarca del son”, como se le conocía en Cuba, se expresaba como en una premonición: “no se preocupen jóvenes y viejos que a todos les llegan un día las flores de la vida”.

Precisamente Las Flores de la Vida era el título de sus más innovadores trabajos, editado en 2001, en el que se mezclaban ritmos de son con boleros, rock e incluso algo de rap.

Cuba llora a la leyenda del son

El mundo artístico cubano amaneció ayer de luto por la muerte del popular cantautor Compay Segundo.

Cientos de personas, en su mayoría familiares y amigos, han acudido a despedir a Compay, que reposa en un ataúd cubierto con la bandera cubana, un ramo de mariposas -la flor nacional de la isla- y su inseparable sombrero.

Junto al féretro, su guitarra, fotografías de sus actuaciones y una colección de las medallas y galardones que reconocieron su carrera en los últimos años.

Entre las decenas de coronas que han llegado hasta la funeraria figura la enviada por el presidente cubano con la leyenda “A Compay Segundo, del comandante en jefe, Fidel Castro”.

El ministro de Cultura de Cuba, Abel Prieto, recordó el carácter jovial de Compay y lamentó la “gran pérdida” que supone su muerte.

“Es una gran pérdida sin duda, aunque va a seguir con nosotros su obra, su talento”, señaló el ministro, que se confesó impresionado por “esa mezcla muy particular de autenticidad, de sentido del optimismo, de fe en la vida, una especie de cómo envejecer” de que hacía gala Compay.

“Uno siente que murió realizado”, concluyó Prieto, quien subrayó la capacidad de Compay para mantenerse “intacto en su estatura de gran hombre” a pesar de la fama internacional que logró en los últimos años de su vida.

Los mexicanos lo recuerdan

La voz del célebre cantautor cubano Compay Segundo resonó en la frecuencia de varias radioemisoras locales, como un tributo póstumo a su legado musical reconocido aquí por una vasta legión de admiradores.

Desde muy temprano el lunes y tras difundir la nota sobre su fallecimiento, numerosas estaciones de radio locales incluso las ajenas género tropical, dedicaron espacios de su programación al músico insular y autor de Chan Chan.

Los programadores intercalaron también una amplia semblanza del artista y recordaron su amplia trayectoria desde su incursión en el Cuban Stars, pasando por el Trío Matamoros, que formó junto a Beny Moré, su alineación con el Cuarteto Patria, hasta su meteórico ascenso con el Buena Vista Social Club.

“Tuvo una vida larga... al final tuvo el reconocimiento como un músico extraordinario”, expresó el locutor de la emisora Horizonte en su segmento del matutino Sistema Nacional de Noticieros.

De inmediato resonó el tema Una Rosa de Francia, incluido en el álbum Calle Salud y que Compay interpreta en una versión en francés.

Emisiones de cobertura nacional como Radio Red y Formato 21 y la especializada en música tropical La Sabrosita, hicieron lo propio en su dedicatoria al intérprete cuya última presentación aquí fue el 12 de octubre pasado.

En su largo historial, se rememoró que Compay ofreció aquí memorables actuaciones a teatro lleno y largamente ovacionadas por una legión cada vez creciente de admiradores.

Con gran lucidez, Compay recordaba en sus charlas con la prensa que sus primeras actuaciones en México se remontaban desde finales de década de los años 40 y que se codeó con luminarias como María Félix y Tongolele.

“El patriarca del son”, fue citado por Norma Angélica Parra en una de sus frases célebres cuando dijo: “Hay una palabra que no existe para mí, que es el hastío”.

“Nunca estoy aburrido ni de comer, ni de mujeres, ni de nada. No estoy cansado de la vida” continuó, “Es muy bonito pasar por el mundo y dejar huella. Hay que luchar. Por eso le aconsejo a la juventud que no pierda el tiempo porque yo nunca lo he perdido y ya ven”, concluyó.

Su largo andar

Repilado tenía 70 años cuando en la década de 1980, trabajando en el Hotel Habana, fue escuchado por un turista español que lo invitó a tocar en su país. Fue un éxito y realizó varias grabaciones ahí.

-Nacido en el poblado oriental de Siboney el 18 de noviembre de 1907.

-Tenía 9 años cuando se mudó con su familia al cercano Santiago, corazón de la cultura musical cubana.

-A los 14 años tocaba el clarinete en la orquesta municipal.

-Repilado se convirtió en un músico reconocido que llegó a tocar con Nico Saquito, el Cuarteto Hatuey y su dúo, Los Compadres, hasta 1953.

-Inventó la guitarra de siete cuerdas llamada “armónica”, que lleva dos cuerdas afines en la sección media para mejor interpretar armonías.

-Su apodo lo recibió cuando tenía unos 40 años y tocaba como segunda voz en Los Compadres, palabra que los cubanos han convertido en el diminutivo “compay”.

-A fines de la década de 1950, Repilado formó el grupo Compay Segundo y sus Muchachos, para una gira en la República Dominicana.

-Luego de la revolución de 1959, Repilado siguió tocando en ocasiones aunque su empleo regular era enrollando puros H. Upmann en una fábrica local.

-La revista local “Salsa Cubana” informó que algunos expertos musicales en la década de 1980 no sabían siquiera que continuaba con vida.

-Compay hizo giras promocionales de sus discos como Calle Salud, Duetos y Las Flores de la Vida, entre otros.

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