Reuters
LA HABANA, Cuba.- Un transbordador cubano secuestrado con 50 personas a bordo estaba a la deriva en aguas internacionales ayer y sus captores exigían combustible para llegar a Estados Unidos, dijo el gobierno de Cuba.
En el segundo secuestro en Cuba en dos días, hombres armados con pistolas tomaron en la madrugada un transbordador que cruza la bahía de La Habana y lo sacaron al estrecho de la Florida con rumbo a Estados Unidos.
La embarcación se quedó sin combustible a 45 kilómetros al norte de La Habana, hasta donde llegaron dos lanchas de Guardafronteras de Cuba y dos barcos de la Guardia Costera de Estados Unidos.
El gobierno cubano dijo en un comunicado que los secuestradores exigían otra nave para continuar viaje hacia Estados Unidos o combustible para el transbordador.
“De no cumplirse esa exigencia, comenzarían a lanzar personas al agua”, dijo la nota.
La Habana culpó a la política migratoria de estados Unidos favorable a los cubanos de incitar a la emigración ilegal y la tolerancia estadounidense por ser “un poderoso estímulo a los terroristas...” que secuestran aviones y naves en Cuba.
El incidente se produjo un día después de que un hombre secuestró un avión cubano de pasajeros que realizaba un vuelo doméstico y lo forzó a dirigirse a Cayo Hueso, en el estado norteamericano de Florida.
Ese fue el segunda avión en ser secuestrado en dos semanas por cubanos que buscan abandonar la isla, de gobierno comunista, con rumbo a Estados Unidos.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) dijo que estaba enviando a negociadores sobre rehenes al sitio donde se encuentra la embarcación. La FBI dijo que el transbordador cubano se encontraba en aguas internacionales a unos 95 kilómetros de Cayo Hueso y a unos 45 kilómetros de Cuba.
Negoiadores del FBI
Los negociadores sobre rehenes de la FBI estaban camino a Cayo Hueso, en el extremo sur de Florida, desde Miami y planeaban aproximarse a la nave en un helicóptero.
Pero el comunicado cubano dijo que el gobierno de Estados Unidos le informó a la misión diplomática cubana en Washington que era responsabilidad de Cuba resolver el problema según normas internacionales de navegación.
“Lo que no haremos en ningún caso es usar medidas de fuerza que pongan en peligro la vida de las personas que están a bordo”, dijo el documento.
La portavoz de la FBI, Judy Orihuela, dijo que no sabía si los negociadores habían hecho contactos con los secuestradores.
El servicio de Guardacosta estadounidense dijo que habían olas de hasta 2.4 metros en el Estrecho de Florida.
En La Habana, la policía resguardaba los embarcaderos de transbordadores, registrando pasajeros y revisando documentos de identidad.