Por Cristal Barrientos Torres
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Todos los días se repite la misma historia: sobre la carretera Torreón-Mieleras, elementos de la Policía Preventiva del Estado aprovechan cualquier error o irregularidad de los conductores para extorsionarlos. La cuota mínima es de 50 pesos.
Lauro González ha sido víctima y testigo de los abusos de los policías estatales. Su trabajo lo obliga a transitar todos los días por la carretera Torreón-Mieleras. Dice que en ocasiones siente miedo porque además de prepotentes no se conforman con poco dinero.
Según Lauro, hace poco compró una camioneta de procedencia extrajera: “no puedo arreglar la papelería ni legalizarla hasta que las autoridades digan, por eso muchos todavía andamos sin placas de circulación”.
Los vehículos de procedencia extranjera, agrega, son los preferidos de los policías estatales. “Imagínese, yo trabajo seis días a la semana y como cuatro me detienen, es mucho dinero y se aprovechan que mi camioneta es ilegal, pero por lo pronto no puedo arreglarla”.
En ocasiones, explica, le ha dicho a los elementos que lo dejen ir porque todos los días es la misma historia, “algunos me dicen que si me detienen otros estatales, les diga ‘ya le dí a él’, pero los otros se enojan y me dicen que ellos cómo van a estar seguros, entonces tengo que dar doble mordida”.
Al cuestionarlo sobre las características de los elementos como el nombre o número de vehículo, Lauro González señala que no ha tomado la precaución de anotar esos datos, sólo recordó algunos apellidos: Samarripa y Zúñiga.
Los elementos a bordo de patrullas, indica, son más tranquilos, los prepotentes son quienes viajan en motocicletas, incluso al momento de pedir la “mordida” no se conforman con monedas, sólo con billetes de 50 pesos para arriba.
En opinión de Lauro González, los elementos estatales se dedican a extorsionar a cuanto conductor transita por la carretera Torreón-Mieleras, en lugar de garantizar la seguridad tanto de los automovilistas como de los peatones.
A decir del afectado, la Organización Nacional para la Protección al Patrimonio Familiar (Onappafa) tiene un convenio con las corporaciones policíacas para no infraccionar a los conductores de vehículos extranjeros, mientras el Gobierno Federal autoriza una nueva legalización.
“Voy a Gómez Palacio, al centro de Torreón y ningún preventivo ni tránsito me detiene, nada más los estatales, siempre es lo mismo y no me parece justo porque están sacando provecho de la situación”.
Lauro González hace un llamado a los responsables de las corporaciones policíacas, sobre todo a la Policía Preventiva del Estado, para frenar este tipo de abusos en contra de los conductores, pues a muchos no les queda más remedio que circular en vehículos de procedencia extrajera.
A extender la mano
Sobre la confluencia de la calle Múzquiz y avenida Presidente Carranza, también hay corrupción: elementos de Tránsito y Vialidad en lugar de dedicarse a controlar el tráfico vehicular, extienden las manos a las ventanillas de los camiones para tomar algunas monedas.
A lo largo de la calle Múzquiz existen señalamientos que prohíben a los choferes del transporte público estacionarse en doble fila o recoger pasaje, sin embargo siempre son ignorados ante la complacencia de los elementos de Tránsito y Vialidad.
Las horas pico son las peores: los choferes se estacionan hasta en triple fila para dejar o recoger pasaje, entonces los peatones deben cruzar la calle casi corriendo y esquivando no sólo los camiones sino todo tipo de vehículos.
Y mientras los peatones arriesgan su vida, los tránsitos hacen el negocio del día: el fotógrafo de El Siglo de Torreón captó el momento en que un agente se dedicaba a subir a cada uno de los camiones que transitan sobre la calle Múzquiz.
El agente en lugar de dedicarse a controlar el tráfico y a garantizar la seguridad del peatón, extendía la mano en las ventanillas de los camiones para recoger las monedas que los choferes del transporte les ofrecen.
La “cuota” es recibida por los elementos de tránsito y vialidad a cambio de permitir a los choferes estacionarse en donde sea y cometer todo tipo de abusos contra el resto de los conductores, peatones, incluso usuarios.