GÓMEZ PALACIO, DGO.- El caso del presunto delincuente, José Antonio Olazábal López, sigue. Ahora comparecieron los empleados del Oxxo y los policías aprehensores. La defensa solicitó una visita al lugar de los hechos. El Juez Penal dice que resolverá antes del término constitucional, pero prefiere no adelantarse a los hechos, respecto al posible auto de formal prisión o auto de libertad, por el delito de robo con violencia.
Las diligencias se desarrollan en el Juzgado Primero del Ramo Penal, a cargo de Luis Eduardo Montoya García, quien en torno al caso manifestó que es su obligación atender y tomar en cuenta, todos los elementos que presente la defensa del inculpado como de la parte acusadora.
Sobre los señalamientos que cuestionan por qué de nuevo otro proceso de Olazábal López “cayó” en el Juzgado Primero, el juzgador dijo que los sorteos de casos son al azar y realizados por una computadora para evitar favoritismos.
Tomando una Constitución en las manos, Montoya García muestra los apartados finales del artículo 20 y comenta que el inculpado tiene más garantías en la Ley que el propio ofendido, agregando que en la resolución de casos, hay muchas instancias superiores hasta donde se pueden apelar los veredictos.
Advierte el juez penal, que la gente que se inconforma con las decisiones tomadas al final de un proceso, lo hace porque no conoce las leyes, reafirmando, que hasta el momento de la entrevista, no tenía los elementos para determinar la presunta responsabilidad o exoneración de Olazábal López.
Reconstrucción de hechos
Como parte de las garantías del inculpado, la defensora Lucila Elena Olazábal López, solicitó al juez la reconstrucción de los hechos ocurridos los primeros minutos de la madrugada del domingo 28 de septiembre, en el Oxxo ubicado en el Periférico, frente a la colonia Chapala.
Entrevistado minutos antes de su comparecencia en el juzgado, Jesús Ibarra Botello, empleado de la tienda de autoservicio abierta las 24 horas, narró brevemente su versión de los hechos.
“Estaba acomodando cerveza en una hielera cuando sentí que por la espalda me llegó una persona y mientras decía, -esto es un asalto-, me encajó un cuchillo en la parte trasera de la pierna izquierda. Después el tipo se volteó a la caja y le dio un tajazo a mi compañero exigiéndole el dinero, él se lo aventó y como estaba descuidado, agarré una botella de cerveza y se la estrellé en la cara, él me había lesionado primero, sólo me defendí y así fue como lo dejamos fuera de combate”.
La versión de José Antonio fue diferente, no se detalló porque se realizó horas más tarde, pero ambos dichos fueron tomados en cuenta por el juzgador.
Contra la impunidad
Alejandro Saldaña Rodríguez, abogado penalista y representante de los afectados en un proceso contra José Antonio Olazábal López, dijo que no es posible que siga la actuación de la justicia enlazada con la impunidad.
“Siempre dicen que el Ministerio Público integró mal, a veces parece que el Juez es defensa del inculpado y busca todos los elementos para liberarlo”, señaló el abogado.
La principal preocupación del litigante es el daño que causa a la sociedad una persona, presunta responsable de varios delitos, que anda tranquilo en las calles. En el caso de la doble violación del cuatro de marzo, una de las afectadas mejor se fue de la ciudad, estaba atemorizada.
Molesto por la remota posibilidad de que el inculpado recupere su libertad, un policía preventivo que prefirió reservarse su nombre, dijo: “cómo es posible que un delincuente lo metamos a la cárcel y luego luego recupere su libertad, qué pasa con la justicia”.
Problema personal
Lucila Elena Olazábal López, abogada y defensora de su hermano e inculpado José Antonio, calificó como un problema personal, el origen de las detenciones cometidas por los cuerpos policíacos contra su familiar, quien según ella, es inocente de todo cargo.
“Lo que pasa es que la Ministerio Público, Cecilia Sosa y yo, tuvimos un problema añejo, pero hasta hoy todavía no es superado”, señala la penalista.
También comenta que sólo actúa conforme a la Ley y que si los casos anteriores le fueron favorables a su hermano, es por la falta de elementos y el desconocimiento de la misma Ley.
Intrigada por lo que considera una campaña “publicitaria” contra su hermano, Lucila Elena Olazábal dijo que los casos se ganan en los juzgados, no en la prensa.
Entre sus comentarios, dejó ver que la publicación de una nota el pasado sábado 27 de septiembre, -donde se hablaba de la reciente libertad del ahora inculpado- fue el detonante que obligó a la detención de su hermano.
Finalmente y ante los argumentos favorables a su hermano, se cuestionó a la abogada si entonces José Antonio era víctima de todo un equipo bien orquestado, la respuesta fue el silencio.
Entradas y salidas
En el presente año, José Antonio Olazábal López de 33 años, ha sido señalado como presunto responsable de varios delitos, que le permiten entrar y salir de la cárcel tranquilamente.
4 de marzo.- Un sujeto robó con violencia una miscelánea y abusó sexualmente de dos mujeres. Tres meses después, el delincuente fue identificado como José Antonio Olazábal López.
13 de junio.- Es capturado luego de cometer un robo en la dulcería Chavita. Con su detención se le relacionó con una larga lista de delitos similares.
14 de junio.- En la Subprocuraduría de Justicia se concluyen dos averiguaciones previas para consignar a José Antonio ante el Juez Penal correspondiente.
10 de septiembre.- La “implacable” defensa de Olazábal López permitió que un magistrado revocara el auto de formal prisión en un proceso por el delito de robo con violencia. En otra averiguación, por doble violación y robo con violencia, el juez penal negó la orden de aprehensión.
27 de septiembre.- El peligroso sujeto entra armado al Oxxo Periférico, hiere a un empleado y roba mil pesos, finalmente es capturado.
29 de septiembre.- Después de levantar la denuncia del empleado herido y el comisionista de la tienda Oxxo, el Ministerio Público consigna el caso al Juez Penal en turno.
5 de octubre.- Al solicitar la defensa la duplicidad del término legal, será hasta el mediodía del domingo, cuando termina el plazo para que el Juez Penal determine la situación jurídica del inculpado, señalándolo como presunto responsable o decretando su libertad.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón