Por: Cecilia Aguilar Acuña.
El Siglo de Torreón
MATAMOROS, COAH.- Para los ciudadanos matamorenses, que la Tesorería haya sido cambiada a un domicilio particular es “reprochable e indignante, pues las finanzas municipales deben llevarse a cabo en el recinto oficial, no en la privacidad de cuatro paredes y en secreto”.
Un grupo de veteranos matamorenses, se acercaron a la representante de este medio de comunicación para manifestar su “rabia” por lo que está pasando en la presidencia municipal, pues “nunca nos ha parecido que el Alcalde se deje manejar por su hermano, que de todos es sabido, tenía la Tesorería en su casa y ahora para tapar un ojo al macho, la trasladó a la calle Hidalgo”.
Y es según los quejosos -a quienes se les unió un grupo de señoras que caminaban por la plaza principal hacia las instalaciones del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Simapa) para manifestar su descontento por un brote de aguas negras que desde hace tiempo viene causándoles molestias- “no es justo lo que está haciendo el Alcalde, votamos por él, pero ahora nos arrepentimos, pues a puertas cerradas, los dineros del pueblo no se cuentan... pues no nos dejan entrar, la puerta siempre está cerrada y por una rendijita, se asoman para ver si somos dignos de entrar...”.
Una de las señoras expone que a la nueva tesorería la llaman “la cueva de Alí Baba y sus 40 ladrones”, pues para ellos es claro que “ahí está pasando algo y si no es así, que lo demuestre el Edil”.
También se quejaron porque el Alcalde nunca se encuentra en funciones, pues siempre que van les dicen: “hoy no vendrá, venga mañana o es que está de vacaciones... siempre es la misma cantaleta”, dice una señora imitando a la secretaria que las atiende.
La Tesorería Municipal funciona ahora en la que los matamorenses conocen como “La casa del pueblo”, ya que según ellos, ese inmueble es del ex tesorero, Jesús Zárate, hermano de Servando Zárate, jefe de Servicios Municipales del actual Ayuntamiento, “toda la ciudadanía supo que del dinero de la Tesorería Municipal se construyó esa vivienda”.
“El doctor Felipe Medina Cervantes salió peor que todos”, manifiesta una señora que dice conocer y estimar al Alcalde, pues como médico ha solicitado sus servicios, “como doctor es una cosa y por eso voté por él, pero como Presidente Municipal nos está decepcionando, pues está formando un nuevo caciquismo, del que estábamos cansados”.
Y es que al decir de los quejosos, la presidencia municipal no debe pagar los ocho mil pesos mensuales que cuesta el arrendamiento de la vivienda que se localiza en la calle Hidalgo entre Pabellón y Libertad, “¿por qué?, ¿para qué?, si en el edificio oficial hay mucho espacio, además qué piensa, ¿que el pueblo ignora que ese dinero sale de las contribuciones que hace la ciudadanía?... mejor que se lo dé a los pobres que hay muchos...”.
Sin notificación
Rogelio Martínez del Bosque, regidor por la Unidad Democrática Coahuilense, informó que el Código Municipal manifiesta que el cambio de oficinas del edificio oficial a otro domicilio, “debe estar a consideración del Cabildo en pleno, pero esto como otras cosas, no ha sido notificado al Ayuntamiento”.
Dijo que además, “debieron informar por escrito la justificación del por qué consideraron cambiar el departamento a otro lugar, pero al Cabildo no notificaron nada”.
Expuso que dicha acción está mal hecha, “es claro que después de siete meses esta nueva administración no ha comprendido que no es autónoma”.
Que presenten un análisis detallado para que la ciudadanía conozca las razones por las que se decidió hacer el cambio de la Tesorería Municipal a un domicilio particular, “es lo justo, pues hay cosas que no se pueden hacer sin tomar en cuenta al Cabildo en pleno y al pueblo...”.
Muchas quejas...
La ciudadanía expone que la nueva administración ha desatinado en muchos aspectos:
· El Edil frecuentemente no está en sus oficinas.
· Se quejan del trato despótico por parte de los funcionarios públicos, en especial de Fernando Jasso Almaguer, secretario del Ayuntamiento.
· La plaza principal está descuidada.
· El Reloj del Mercado, no funciona desde que inició la presente administración.
· El centro comercial está inundado de basura.
· Que del corralón donde antes se quedaban en resguardo los automóviles por no cumplir con la infracción correspondiente, están siendo remitidos a otro lugar, donde cobran 20 pesos diarios.
· Existe una excesiva venta de bebidas embriagantes, “clandestinaje disfrazado”.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón