Una anomalía dentaria que puede presentarse en el recién nacido es precisamente la presencia de dientes natales y neonatales.
Se llaman diferentes natales aquéllos que están presentes en la boca al momento del nacimiento, y dientes neonatales aquéllos que erupcionan durante los treinta días posteriores al nacimiento.
La etiología es desconocida, aunque existe una predisposición de factores heredofamiliares en el niño sano y diversas enfermedades sistémicas o síndromes, que deben tomarse en cuenta al hacer el diagnóstico.
Se ha reportado una incidencia de 1:2000 nacimientos. Los dientes natales son entre un 45 y un 80% más frecuentes que los neonatales.
Generalmente los que aparecen con mayor frecuencia son los incisivos inferiores, y pertenecen a la fórmula dentaria temporal.
Algunas características de estas piezas dentales serían: hipomaduración, color amarillento, menor tamaño, hipoplasia del esmalte y dentina y poca o ninguna formación radicular, por lo cual presentan movilidad. En cuanto al tratamiento podemos mencionar:
Hay que establecer radiográficamente si se trata de un diente (s) temporal, o se trata de un diente supernumerario. Si es un diente temporal, se dejará en su lugar por la importancia en el crecimiento y la erupción sin problemas de los dientes adyacentes, al cabo de un tiempo corto los dientes erupcionados prematuramente se estabilizarán.
Si estos dientes prematuros presentaran bordes incisales cortantes, que lesionen su lengua impidiendo su correcta alimentación, se deben alisar estos bordes agudos para resolver este problema.
Debido a la movilidad de estas piezas deben ser valoradas periódicamente.
Sólo si se tratase de un diente supernumerario se valorará la extracción de esta pieza, tomando en cuenta los cuidados perinatales para evitar complicaciones. “Es la prevención, nuestra mayor preocupación”. ¡Hasta la próxima!
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