SUN-AEE
MÉXICO,D.F.-La falta de higiene y cuidado en
el manejo de alimentos ocasiona que estos se
conviertan en caldo de cultivo para numerosos
microorganismos (como bacterias y hongos),
causantes de padecimientos que van desde
malestares estomacales hasta intoxicaciones.
Entre los comestibles que más fácilmente se
contaminan se encuentran las carnes (sobre todo
el pollo), “porque tienen las condiciones idóneas
para la reproducción de patógenos: alta cantidad
de nutrientes y buena humedad”, explica Ga-briela
Olmedo Meneses, asesora de la Secretaría
de Turismo en Distintivo H, otorgado a restau-rantes
con altos estándares de higiene.
Refrigerar los alimentos es una forma
efectiva de evitar que se contaminen con pató-genos,
que en alto número son difíciles de des-truir
aun con la cocción.
Por eso, después de comprar las carnes se
deben desempacar y ponerlas inmediatamen-te
en el refrigerador, donde “para evitar la
contaminación cruzada, es decir de un produc-to
a otro, los alimentos crudos deben colocarse
en la parte de abajo y los cocidos, en la de arri-ba”,
puntualiza Margarita Nava Luga, quien
imparte la materia de química en alimentos en
la Universidad Iberoamericana.
Un producto que es indispensable manejar
con especial cuidado es el pescado. No hay que
comprar los que tengan los ojos opacos ni
aquellos en los cuales la huella del dedo no se
quede marcada al presionar la carne.
Es necesario mantenerlo congelado mien-tras
está crudo, y una vez cocinado en refrige-ración.
Los huevos y los alimentos que por su
proceso de elaboración pueden ocasionar aler-gias,
como quesos, cerveza, vino y yogur, tam-poco
es recomendable dejarlos sin refrigerar.
La papa y la zanahoria deben mantenerse
lejos de la humedad; lo mejor es introducirlos
en una caja, así se evita que proliferen hongos
o moho. Las harinas, una vez que se han abier-to,
no deben almacenarse en bolsas de papel, lo
correcto es conservarlas en un recipiente, ya
sea de vidrio o de plástico, pero tapado.
Todos los guisados y comestibles deben en-friarse
e introducirse al refrigerador, porque
si se dejan afuera caen en ellos nuevas bacte-rias
que generan toxinas (sustancias desecha-das
por microorganismos patógenos y causan-tes
de intoxicaciones).
Si se van a recalentar, “sólo se coloca una
porción en un recipiente, para ponerlo a la
lumbre, pero no es bueno sacar todo el guiso,
concluye Margarita Nava.