MEXICO, D.F., (SUNAEE).- ¿Alguna vez piensa usted en los pies? Pues cuando lo haga debe saber que el genial Leonardo Da Vinci los calificaba como el mejor diseño de ingeniería en el mundo.
Puede pensarse que esa apreciación no corresponde a la actualidad, pero nadie puede dejar pasar por alto que todavía mantienen al hombre caminando sobre la tierra. Y a pesar de su importancia, es muy poca la gente que realmente cuida sus pies, los cuales están expuestos a muchos males.
El ABC del cuidado de los pies. Algunas personas consideran que cortarse las uñas y dar un masaje de vez en cuando cumple con las necesidades, e incluso las mujeres van al salón de belleza y decoran sus uñas con colores, con lo que se dan por satisfechas.
Pero, el asunto no es sólo de estética, sino de salud.
El podólogo Eduardo Brooks dice que "lo más adecuado es acudir una vez al mes con un pedicurista, quien dará masaje manual o con vibrador a los pies, además de que revisará si existe algún problema, como callos, y cortará las uñas". Los cuidados son para toda la familia, es decir, que lo mismo un bebé que una mujer o un anciano, tienen que cuidar sus pies.
Brooks advierte que "el pedicure que se realiza en los salones de belleza es inadecuado. Por principio de cuentas no esterilizan el material para cortar uñas o pellejitos; cuando mucho lo lavan. Lo mismo ocurre con las tinas, en las cuales las clientas (generalmente) meten los pies, se limitan a cambiar el agua, sin esterilizar la bandeja, previamente".
Una evidencia de que el tratamiento adecuado para los pies no se obtiene en las estéticas, afirma, es que "a mi consultorio llegan incontables mujeres con serios problemas de uñas infectadas". Lo aconsejable, es que la gente, con un gasto moderado, acuda al podólogo y ya, con los pies bien cuidados, vaya a un salón de belleza a que le pinten las uñas. Sin embargo, advierte que no es recomendable "traerlas siempre barnizadas, porque se debilitan y escaman, hay que dejarlas respirar".
Son muchas las enfermedades que pueden sufrir los pies, entre ellas se cuentan los callos, los hongos, las infecciones en las uñas y los juanetes. Esta última enfermedad es sumamente dolorosa y es necesario evitar su crecimiento, tratándola con diatermia, masajes y rayos infrarrojos. Brooks Sandoval comenta que el recurso extremo es el de la cirugía.
Pero, ese tipo de cirugía es sumamente dolorosa, ya que el hueso se corta y se lima, se efectúa con anestesia local. La rehabilitación tarda un par de meses y si existe otro juanete, se espera a la recuperación. "En definitiva, no recomiendo la cirugía. En Nueva York ya se operan los juanetes con rayo láser y el paciente sale caminando por su propio pie. Es una maravilla, pero es muy costoso", explica. El podólogo dice que es un mito la mención de que los juanetes aparecen por pisar el suelo frío; se trata de una deformación causada por el uso de zapatos apretados, apuntó por último.