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Cultura en el precipicio/Nuestro entorno

Alan Acoyani

El título de esta columna, justo sea decirlo lo tomamos del segundo libro que editan los integrantes de la Comunidad Cultural de Torreón y que versa sobre las irregularidades, fallas, omisiones, distractores y actitudes que en detrimento de la cultura se han cometido, cometen y al parecer se seguirán cometiendo en la Dirección Municipal de Cultura en donde es titular Alberto González Domene.

Ni a favor ni en contra del funcionario, simplemente que son demasiadas voces que al parecer coinciden en señalar deficiencias que nunca se habían tenido en el ámbito cultural y que frenan el desarrollo de diversos organismos municipales, educativos y hasta de la sociedad civil que desarrollan actividades de promoción, capacitación y difusión cultural.

Y tantas han sido las denuncias que se llegó hasta un amparo ante la justicia federal con la finalidad de que el alcalde Guillermo Anaya Llamas acuda a esa instancia a explicar la razón por la que se empecina en mantener a González Domene al frente del citado organismo cultural, vistas las irregularidades que han sido denunciadas.

Habrá algunas de las quejas que no son tan graves o que en su momento se magnificaron, pero hay otras que sin duda tienen bases firmes como para que el Alcalde se siente un rato a pensar las cosas y a que en forma serena y sin apasionamientos tome una decisión y ojalá sea la mejor.

Entre los elementos que debe tomar en cuenta, está uno reciente y que según datos que llegaron a esta columna, ocurrió de la siguiente manera:

Resulta que los integrantes de patronato de la banda de música Salvador Jalife, tratando de conservar el programa de actividades y preparación de ese grupo de jóvenes que se han presentado con bastante éxito en diferentes escenarios de la Comarca Lagunera y otras partes del Estado y del país, siempre representando a este municipio, acudieron hasta la presidencia municipal a solicitar que se continúe con el apoyo mensual que les daban para las becas de traslado de los jóvenes músicos.

Cabe hacer mención que administraciones pasadas otorgaban algo más de 25 mil pesos mensuales, previa entrega de recibo del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, institución de reconocida solvencia moral que forma parte del patronato promotor de la banda “Salvador Jalife”.

Las personas que esperaban contar con el apoyo de las autoridades municipales, Salvador Jalife, Sergio Humberto Martínez y el director del grupo Joel de Santiago, se toparon con piedra pues Alberto González Domene, desde los primeros encuentros con ellos se mostró inflexible y en forma dictatorial, según se supo, les ofreció solamente diez mil pesos mensuales como apoyo, “si quieren” y de ahí nadie lo sacó.

Obviamente, quienes crearon y promueven la banda de música integrada por puros jóvenes valores, se sintieron decepcionados y no aceptaron la ayuda porque de nada les serviría.

Posteriormente, en un evento social privado, coincidieron el maestro Joel de Santiago, director de la banda y el presidente municipal Guillermo Anaya y el primero de ellos aprovechó la ocasión para dialogar con la primera autoridad municipal y comentarle la situación por la que atraviesa la organización que él dirige y la necesidad de que el Ayuntamiento continúe ayudándolos.

Encontró comprensión; el Alcalde entendió los argumentos y se comprometió a ayudarlos. Le pidió a Joel de Santiago que llamara a la Presidencia para recordarle y que no habría problema; al parecer todo estaba resuelto.

A finales de la semana pasada, la secretaria del tesorero llama a los integrantes del patronato de la banca para decirles que necesitaban llevar un recibo por 26 mil pesos que sería el apoyo que recibirían del Ayuntamiento y así empezó todo.

Los recibos que solicitan son oficiales y no se expiden en esta ciudad, se hizo una llamada al Tecnológico de Monterrey, en aquella ciudad para que lo enviaran de inmediato porque el jueves les sería pagado y urgía el comprobante; hubo la necesidad de que un propio viniera desde la capital de Nuevo León con el documento y cuando llegaron con él a la Tesorería, resulta que “mi mamá dijo que siempre no”.

El tesorero Jorge Hamdan nunca dio la cara, pero dejó el recado con su secretaria de que por órdenes de González Domene solamente serían diez mil pesos de apoyo, nuevamente, “si quieren”.

Quedó la evidencia de que la palabra del Alcalde poco o nada vale y que quien realmente decide es González Domene y quedó además un gran disgusto entre los integrantes del patronato de la banda de música “Salvador Jalife”, entre los que se encuentran funcionarios y directivos del Tecnológico de Monterrey campus Laguna, ya que se les engañó, les jugaron el dedo en la boca y dudaron del prestigio de esta institución que se ha ganado el respeto de todos los laguneros por la seriedad con que siempre se ha desempeñado.

Es necesario que el presidente Guillermo Anaya se siente y medite, que reconsidere cómo se están haciendo las cosas en algunos departamentos por parte de algunos de sus colaboradores; es de sabios rectificar y evitar que se mantenga “La cultura en el precipicio”.

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