27 octubre 2003
Málaga (España), (EFE).- Un palacio del siglo XVI típicamente andaluz acoge en Málaga una de las colecciones más importantes del artista español Pablo Ruiz Picasso, que cumple así su deseo de regresar a la ciudad que le vio nacer hace 122 años.
El corazón del Museo Picasso, inaugurado hoy por los Reyes de España, se ubica en el restaurado Palacio de Buenavista, un ejemplo de la arquitectura civil andaluza en el que se mezclan elementos renacentistas y mudéjares, y que está enclavado junto a la catedral y en plena judería de la ciudad.
Las doce salas habilitadas en el Buenavista acogen la colección permanente, integrada por 204 piezas, aunque se muestran sólo 115 que se irán cambiando, "porque no queríamos una acumulación de obras", explicó la directora del Museo, Carmen Giménez.
La mayor parte de la colección ha sido donada por Christine Ruiz-Picasso, nuera del artista malagueño y principal artífice de este proyecto, que definió como "una historia de amor" que dedica "a la memoria" de su marido, Paul.
Christine recordó en la presentación de la pinacoteca su primer viaje a Málaga, en 1954, junto al primogénito de Picasso, Paul, quien poco después se convertiría en su marido.
El objetivo era cumplir el deseo del genial artista de tener en su ciudad natal un espacio con su obra, aunque "no fue posible lo planeado por razones políticas", dijo.
"El sabía lo que ocurría aquí, sufría mucho por el hecho de que la dictadura impidiera que sus obras volvieran y vivió muy marcado por ello", subrayó la nuera del pintor, quien cuenta en esta iniciativa con el respaldo de su hijo Bernard.
En el viaje en el tiempo que propone la pinacoteca pueden contemplarse los primeros cuadros del Picasso adolescente, como "Mujer con mantilla" (1894), que pintó con sólo 13 años; la época azul, con uno de los cuadros de la serie dedicada a la muerte de Casagemas, de gran dramatismo, o una escultura y un retrato de quien fue su primer amor, Fernande Olivier.
Además, se podrá disfrutar de obras emblemáticas, como el retrato de su primera esposa "Olga Kokhlova con mantilla" (1917), el de su primogénito "Retrato de Paulo con gorro blanco" (1923) y otra de ambos, "dentro del periodo clásico que le inspiró el nacimiento de Paul", señaló la directora del museo.
También se muestran los dibujos que apuntan los inicios del cubismo y varios ejemplos de su gusto por las figuras escultóricas en la pintura.
Las mujeres que poblaron la azarosa vida sentimental de uno de los artistas más representativos del siglo XX también están presentes en esta colección.
Así hay obras dedicadas a Marie Therese Walter ("Retrato de mujer con vestido de cuello verde", 1938), Dora Maar ("Busto de mujer con los brazos cruzados detrás de la cabeza", 1939) Francoise Gillot o Jacqueline Roque.
Algunas de las últimas obras de Picasso, que pintó con más de 90 años, también tienen cabida como "Mujer, niño y hombre", de 1972, o un retrato de Jacqueline nadando, la pieza de mayor tamaño de la colección permanente.
Además, la pinacoteca se inaugura con una exposición temporal "El Picasso de los Picasso", albergada en salas de nueva construcción e integrada por 87 piezas procedentes de los museos de París, Barcelona y Antibes (Francia) y los centros de arte Georges Pompidou, en la capital francesa, y Reina Sofía (Madrid).
En estas espectaculares salas modernas, una de ellas con el techo de cristal, hay obras que en algunos casos visitan por primera vez España, como "La Celestina" (1903), del Museo de París.
Y después de este paseo por la producción picassiana, el Museo guarda al visitante la sorpresa de poder contemplar en el sótano, a través de unas pasarelas de madera, restos fenicios y romanos.
En total, las instalaciones diseñadas por los arquitectos Richard Gluckman, Isabel Cámara y Rafael Martín Delgado, suman una superficie de 8.300 metros cuadrados, que han contado con una inversión pública de 76,5 millones de dólares.