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Cupido apunta al cerebro, no al corazón

La idea romántica de que el amor comienza y reside en el corazón, en realidad no es más que una cuestión de ubicación personal del enamoramiento. Y no es que se quiera acabar con esa idea, alimentada a lo largo de los siglos, sino que hay una nueva confirmación de que todo reside en el cerebro.

Un estudio publicado en la revista británica "New Scientist" explica que cuando una persona se enamora, las flechas de Cupido son enviadas a su cerebro, y no a su corazón.

Sobre este tema, en su libro "La psicología del amor romántico" (Paídos Saberes Cotidianos), Nathaniel Braden dice que "el amor romántico no es una fantasía o una aberración, sino una de las grandes posibilidades de nuestra existencia, una de las mayores aventuras, y uno de sus retos más tremendos. Escribo desde esta convicción de que el éxtasis es uno de los factores normales en nuestra vida emocional. O puede serlo".

A nadie debe atormentar que la residencia del amor sea el cerebro y no el corazón, ya que el autor afirma que "no creo que el amor sea prerrogativa de la juventud. Ni creo que sea un tipo ideal inmaduro adaptado inadecuadamente de la literatura, que se desmorona frente a la realidad práctica. Contemplo el amor romántico como algo que nos exige más de lo que comprendemos en términos de nuestra evolución y madurez personales".

Y en el campo científico, el equipo del profesor Semir Zeki, del University College de Londres, realizó una investigación con 17 voluntarios, 11 mujeres y 6 hombres, de unos 25 años, quienes afirmaron que se habían enamorado perdidamente en los últimos años.

Estos voluntarios fueron sometidos a exámenes de resonancia magnética mientras miraban una foto del ser amado. Estos escáner permitieron comprobar que cuatro zonas del cerebro eran particularmente activadas por los sentimientos amorosos.

Dos de ellas están situadas en la corteza cerebral, la parte más evolucionada del cerebro. Las otras dos, situadas en una parte más primitiva, podrían explicar los sentimientos de dependencia ligados al amor.

"Los resultados mostraron que sólo un número limitado de regiones del cerebro son directamente concernidas por este estado sumamente emotivo que puede orientar toda la manera de ser", comentó el profesor Zeki.

Sin importar dónde se deja su lugar de origen y residencia, el amor es importante en la vida de los seres humanos, por lo que Braden comenta que "existen diversos tipos de amor, que unen a un ser humano con otro... El amor romántico es una relación apasionada espiritual-emocional-sexual entre un hombre y una mujer, que refleja una alta consideración por el valor que tiene la persona del otro".

Si el amor reside en el cerebro o se siente en el corazón, es una cuestión personal, pero el autor comenta que "la gente continúa enamorándose".

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