Nueva York, EU.- Ningún color de cabellos fue lo suficientemente estridente, ni ningún atuendo, ya fueran camisetas de red o pantalones plateados, fue lo suficientemente extraño para Cyndi Lauper.
“Por mi ropa algunos me querían apedrear”, dijo la cantante al pasar revista a su época de “atrevida del pop” en Estados Unidos. “Pero más tarde querían saber dónde la compraba”.
Con lemas atrevidos subrayó su fama de inadaptada. “Dios ama a las flores salvajes”, decía. Al que le preguntaba por su edad, le gritaba: “Eh, no soy un automóvil”. Mañana 22 de junio, la cantante de voz aguda, cuyas canciones figuran en toda buena colección de clásicos, cumplirá 50 años. En su momento, Lauper supo marcar tendencias. Su superhit Girls Just Want To Have Fun fue casi revolucionario a comienzos de los años 80. Con esa canción de lucha de las jóvenes feministas, llegó al corazón de muchos adolescentes. Y no sólo al de las mujeres. Al fin y al cabo, también los jóvenes querían divertirse.
A velocidad de vértigo, la cantante alcanzó los primeros lugares de los charts en Estados Unidos y Europa.
El camino hacia el éxito no fue fácil. Tras la separación de sus padres, Lauper se crió con su madre. Las peleas eran cosa de todos los días. Por las vestimentas salvajes, pero también porque a la joven le interesaba más el canto y la música que el colegio. Finalmente se escapó y vivió durante semanas en los bosques de Canadá.
De regreso a Nueva York, cantó en las calles y luego fue contratada por bandas que hacían covers. Sin embargo, por su cabeza giraban melodías y textos propios. En 1979 fundó un grupo junto al pianista John Turi. En la búsqueda de un nombre, Lauper pensó en una actriz a la cual adoraba, tal vez porque ésta era bien diferente: Marlene Dietrich. La banda se llamó Blue Angels, en honor al film El Ángel Azul.
Pero no tuvieron mucho éxito. Su álbum debut fue un fracaso. Sin embargo, Lauper había podido demostrar su talento en el estudio. Tuvo una nueva oportunidad y una nueva banda, los Hooters.
El álbum She’s So Unusual pegó fuerte en 1984 también gracias a una campaña de MTV. De la noche a la mañana, Lauper se convirtió en una de las nuevas cantantes pop junto a Madonna. Los hits Time After Time, She Bop y True Colors, al igual que el himno Girls..., fueron éxitos totales, que aún hoy continúan sonando en versiones remix.
Mientras la estrella de Madonna continuaba en ascenso, la fama de Lauper se extinguía. En vez de amoldarse a las duras reglas del marketing, prefirió la libertad, que encontró en el underground neoyorquino. Grabó algunos discos más, pero nunca pudo repetir el éxito de Girls Just Want To Have Fun.
Sin embargo, durante ocasionales giras por Norteamérica, Cyndi Lauper todavía se encuentra con entusiasmados fans que sólo quieren divertirse.