María Guadalupe aun no escoge nombre para su hija
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Fue el llanto del bebé lo que logró disminuir su dolor y sentir felicidad a María. El cordón umbilical aún estaba unido a su cuerpo, su niña había nacido con bien pese a que el alumbramiento tuvo lugar en el sillón de un taxi.
María Guadalupe Alvarado Castro dio a luz el siete de noviembre a las ocho con cinco minutos, minutos después de que abordó un taxi que la trasladaría al Hospital General B, donde al llegar, el personal de emergencia se encargó de cortar el cordón umbilical de la pequeña que pesó tres kilos con 600 gramos.
A sus 24 años, María Guadalupe enfrenta una situación crítica, pues con cinco hijos que mantener, sin el apoyo de su esposo -quien la dejó hace nueve meses-, la vida para ella es dura. Dice que lo que más le preocupa es que su niña llega a este mundo sin nada, ?no tiene más ropita que la que trae puesta?.
Relata que empezó con los dolores poco antes de las siete de la mañana, se metió a bañar y mientras su hermana, María del Rosario, pidió un taxi que llegó a las ocho en punto. ?Pero inmediatamente vino el alumbramiento, precisamente cuando el semáforo estaba en rojo?.
Ella y sus hijos ?Ana Cristina de nueve años, Jesenia de siete, María Guadalupe de tres y Víctor Manuel de dos- viven en la colonia Felipe Ángeles ?que es la casa de su hermana-, desde que ella llegó de Misión, Texas, de donde su esposo la abandonó, ?no me quedó otra cosa más que regresar, además acá estaban mis pequeños?.
Con lo que ganó limpiando casas -mientras su embarazo se lo permitió- y con la ayuda que recibe de su hermana, ella y sus pequeños sobreviven, Guadalupe manifiesta que nunca pensó aliviarse en un taxi.
?Ya después del susto, casi no puedo creer lo que me pasó. El recordar a mi hermana gritando, pidiéndole al taxista que manejara más rápido y ella ahí hincada sosteniendo a la niña para que no se cayera y el chofer blanco de miedo, es algo que nunca se me olvidará?, ríe al tiempo que su mirada se dirige a una compañera de cuarto, quien dice ya saber la historia de la vida de María Guadalupe, ?pobre, quién sabe cómo le vaya a ir con tanto niño?.
Su hermana tuvo que limpiar el carro del taxista, ?una señora de por aquí le prestó una tina con agua para limpiar todo el desecho y ni siquiera les perdonó a las pobres, los 35 pesos que costó el viaje?, dice indignada la vecina de adjunto.
María Guadalupe no sabe cómo le pondrá a la bebé, ?tengo que pensar, pues como no sabía qué sexo iba a traer, ya que no puede uno pagar esos estudios que ahora hacen para conocer si será hombre o mujer, no sé cómo se llamará... es que con tanto problema ni de eso me acordé?, dice con tristeza.
Son dados de alta
La trabajadora social del Hospital General B, Mayela Zamora, informó que solamente se realizó una revisión de cavidad en María Guadalupe Alvarado Castro, para evitar complicaciones y una exploración general del bebé para conocer cuál era su estado de salud, ?seguramente no será mucho lo que tenga que pagar la paciente por ese servicio?.
Luego de afirmar que el estado de salud de ambos es óptimo, Zamora expuso que como fue un parto contaminado por la situación en que se presentó, ?quisimos que se quedaran un día más para valorar su estado, pero como se encuentra estable seguramente hoy ?ayer-, serán dados de alta?.
Para las personas que deseen ayudar con artículos de canastilla básica para la niña, la trabajadora social proporcionó la siguiente dirección y teléfono: Fernando Félix número 1413 de la colonia Cinco de Mayo, teléfono 7-15-91-13.