30 julio 2003
Sydney, Australia, (EFE).- Las autoridades australianas implantarán hormonas anticonceptivas a unos 5.000 koalas hembras que viven en el parque Eccles, en el sur del país, para frenar su multiplicación.
La investigadora encargada del proyecto del Parque Nacional Eccles, Sally Troy, dijo a EFE que es la primera vez en Australia que se intenta implantar tubos anticonceptivos en la población de koalas.
Este método de control de la natalidad, mediante el cual se liberan hormonas similares a los de la píldora anticonceptiva en el organismo de los animales, ya ha sido utilizado en otros marsupiales australianos, como el canguro, además de otras especies.
El tratamiento, sin embargo, podría causar efectos secundarios en los koalas, como "una baja incidencia de tumores de útero", entre otros, según reconoció Troy.
A pesar de ello, las autoridades locales han decidido proseguir con el experimento, debido a que los otros métodos utilizados anteriormente han fracasado.
En los últimos años varios koalas del parque han sido esterilizados, pero cerca del 20 por ciento murió, mientras que con otros métodos la tasa de mortalidad incluso llegó al 90 por ciento, según la científica.
El control de natalidad de los koalas sigue a los temores de los expertos, que aseguran que el 70 por ciento de los eucaliptos del parque Eccles, cuyos suelos son de origen volcánico, han perdido más de la mitad de sus hojas debido a la gran densidad de la población de koalas, calculada en unos diez mil ejemplares.
"Nos preocupa una muerte masiva de árboles en los próximos cinco años y una superpoblación de koalas. Si llegamos a este punto de escasez de alimento, entonces, habrá que sacrificar a miles de animales", explicó Troy.
En la década de los sesenta y ochenta, casi un centenar de koalas fueron trasladados de las islas Phillip y French a Mount Eccles, una decisión que ha causado ahora el desequilibrio entre la población de koalas y su principal alimento, las hojas de eucalipto.
La portavoz de la Fundación australiana para los Koalas, Deborah Tabart, criticó el proyecto de Eccles, que calificó de "innecesario y cruel", según declaraciones.
Tabart indicó que la presencia de los koalas no es la razón de la deforestación del parque y "si se plantan más eucaliptos, estos animales se dispersarían naturalmente".
El koala, cuyo nombre científico es "Phascolarctos cinereus", es un marsupial originario de Australia, con un peso medio de siete u ocho kilos, una longitud de 75 centímetros y una longevidad estimada de entre 8 y 13 años.
El tamaño aproximado de la cría al nacer es de 13 milímetros, la gestación dura entre 34 y 36 días, y las hembras alcanzan la madurez sexual a los dos años, pariendo entre ocho y diez crías durante su vida.
El koala, que es un animal muy delicado y especialmente sensible a cualquier cambio en el medio ambiente, permanece unas 20 horas al día dormitando o descansando, y utiliza las cuatro horas restantes para alimentarse con hojas de varias especies de eucaliptos.
Mientras que en el parque Eccles se trata de controlar su número, en otros lugares de Australia se teme por la supervivencia de los koalas, dado que los animales domésticos suelen matar a los que viven en las propiedades de algunos granjeros.
Los koalas, cazados antiguamente por los aborígenes, o los dingos (perros salvajes australianos), también son víctimas del desarrollo urbano por la deforestación de las tierras en favor de la ganadería destruye el hábitat de estos animales en estados como Queensland y Nueva Gales del Sur.
La protección de los koalas se consideró urgente después de que en los años veinte estuvieron a punto de desaparecer debido a su caza indiscriminada, que acabó con más de tres millones de estos animales, cuyo pelo era muy cotizado para la confección de abrigos y otros accesorios de lujo.