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La Habana, Cuba.- Un tribunal de Cuba dictó cinco condenas a cadena perpetua y tres penas de prisión de entre 20 y 30 años contra ocho personas declaradas culpables de un fallido intento de secuestro de un avión para huir hacia Estados Unidos.
Según una nota publicada ayer por el diario oficial Granma, el juicio “oral y público” contra los ocho imputados se efectuó el pasado 13 de mayo en la sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado de ese tribunal.
Aunque fueron inculpados por los delitos de terrorismo y robo con violencia, el Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana se abstuvo de aplicar pena de muerte contra ellos como ocurrió con tres secuestradores de una lancha de pasajeros en abril pasado.
El pasado dos de abril, un grupo de cubanos secuestró la lancha de pasajeros “Baraguá” en la bahía de La Habana, y nueve días después las autoridades fusilaron a los tres responsables tras juicio sumario que originó una ola de críticas internacionales por la medida.
Los condenados, que establecieron recurso de apelación ante el Tribunal Supremo Popular, intentaron apoderarse el pasado diez de abril de una aeronave que acababa de despegar para volar entre Ciudad de La Habana y Nueva Gerona, capital de la Isla de la Juventud.
Para lograr su propósito de tomar la nave con rehenes y obligar a la tripulación a dirigirse hacia Estados Unidos, usaron armas blancas y un fusil AKM que horas antes habían arrebatado a un soldado de guardia en una unidad militar, dijo la nota.
A diferencia de los plagiarios de un DC-3 y de un AN-24 que el 19 y el 31 de marzo pasado asaltaron en pleno vuelo esos aparatos que cubrían la misma ruta y lograron su propósito de dirigirse a Florida, los de este caso fueron apresados.
Al justificar el fusilamiento de Lorenzo Enrique Copeyo, Bárbaro Leobal Sevilla y Jorge Luis Martínez, en abril pasado, el gobierno de Cuba dijo que con ello frenó una ola de secuestros de naves aéreas y marítimas.
De acuerdo con el presidente cubano Fidel Castro, ello habría propiciado una crisis migratoria y un probable bloqueo naval de Estados Unidos que habría creado las condiciones para provocar una invasión militar de ese país en esta isla caribeña.