SALAMANCA, GTO.- El torero mexicano David Silveti, quien se suicidó el miércoles de un balazo en la cabeza, fue sepultado en un panteón de esta ciudad ante un millar de seguidores que acompañaron a sus familiares ayer.
Los aficionados aplaudieron cuando el féretro fue bajado a su sepultura en el panteón Villa de la Paz de esta ciudad del centro del país y donde residía el llamado "Rey David".
"Viva el Rey David" y aplausos se escucharon repetidamente en el cortejo fúnebre.
Los seguidores de Silveti y familiares, entre ellos su hermano el torero Alejandro, acompañaron el ataúd.
Silveti se quitó la vida en una habitación en la casa de sus padres.
El torero fallecido recibió una misa de cuerpo presente en la Iglesia de San Agustín, poco antes de partir al panteón.
David, quien cumplió 48 años de edad en octubre, sufría de una enfermedad maniaco depresiva, dijo a la prensa su médico Rafael Vázquez.
El ?Rey David?, quien tomó la alternativa en 1977 de manos de Francisco "Curro" Rivera, vio cortada su carrera en varias ocasiones por pasar largos periodos recuperándose de lesiones que tuvo en los ruedos.
"Así lo quiso él y solamente él y Dios saben por qué tomó esa decisión", dijo su padre a la prensa en el velatorio.
Silveti se vistió de torero por última vez el 22 de febrero del 2003 en la Plaza de Cadereyta en el estadio de Nuevo León. El año pasado había regresado a los ruedos luego de siete años de retiro.
Luego de torear 12 corridas en el 2003, Silveti anunció su retiro por enfermedad.
Al matador le sobreviven su esposa Laura y sus hijos Diego, Sebastián, Eduardo, Mónica y Laura. Diego, de 18 años de edad y el mayor de los hijos, ya ha toreado algunos novillos, por lo que la dinastía de los Silveti podría continuar por cuarta generación.