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México, .- Los elevados niveles de colesterol "LDL" (o malo) en sangre contribuyen a desarrollar enfermedades cardiovasculares relacionadas con la aterosclerosis, como la angina de pecho y el infarto agudo al miocardio, afirmó el especialista Abel Pavía.
El vicepresidente de la Asociación Mexicana para la Prevención de la Aterosclerosis y sus Complicaciones (AMPAC) explicó que el colesterol es una sustancia muy importante para muchos procesos en el organismo; sin embargo, su utilidad se pierde porque contribuye a generar males cardiovasculares que afectan a más del 12 por ciento de la población nacional.
Indicó que el colesterol es una grasa o "lípido" que se encuentra en la sangre y en todas las células del cuerpo y es el responsable de algunos de los procesos biológicos importantes como la producción de hormonas sexuales; digestión de las grasas y participación en la formación de ácidos biliares (bilis).
En la piel, indicó, el colesterol, por acción de los rayos solares, se transforma en vitamina D; además forma parte de las membranas celulares del cerebro, músculos, piel, intestinos, hígado y corazón.
En conferencia de prensa, el especialista explicó que el colesterol se produce mediante la dieta o por el hígado. "Después de una comida, el colesterol es absorbido en el intestino hacia la sangre y luego es empaquetado dentro de una cubierta de proteína (lipoproteínas) para ser transportado a todo el cuerpo".
El hígado, agregó, retira el colesterol de la sangre pero también produce colesterol y lo regresa al torrente sanguíneo para mantener el equilibrio.
El especialista precisó que el organismo requiere de pequeñas cantidades de colesterol para funcionar, pero cuando los niveles de éste se incrementan --lo que se conoce como hipercolesterolemia--, el paciente se encuentra en riesgo de desarrollar un infarto al miocardio, enfermedad coronaria o un accidente vascular cerebral.
Pavía indicó que para poder circular en la sangre y cumplir con sus funciones biológicas, las grasas requieren de vehículos que las transporten y esos vehículos se conocen con el nombre de lipoproteínas, de las cuales existen tres tipos específicos: "La lipoproteínas de baja densidad (LDL) o colesterol malo es el que lleva la mayor cantidad de colesterol en la sangre y es la principal fuente de daño en las arterias y del bloqueo de las mismas.
Mientras más alto es el nivel de colesterol LDL en sangre, hay mayor riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares".
En tanto, agregó, las lipoproteínas de alta densidad (HDL) o colesterol bueno representan aproximadamente un tercio de las que circulan por la sangre hacia el hígado para luego ser eliminadas.
Pavía explicó que al retirar el colesterol del organismo, las HDL evitan que éste se fije en las arterias (aterosclerosis) y que ocurra algún infarto o enfermedad cardiovascular.
Aunque aclaró que las acciones benéficas de las HDL no son posibles si las concentraciones son inferiores a 40 miligramos por decilitro, lo cual en sí mismo representa un riesgo para la salud cardiovascular.
A su vez, los triglicéridos son una forma de grasa que se transporta en el torrente sanguíneo, los cuales por sí solos no causan aterosclerosis, pero se sabe que algunas lipoproteínas ricas en triglicéridos también tienen un alto contenido de colesterol.
El especialista en cardiología comentó que actualmente seis de cada 10 pacientes con hipercolesterolemia no obtienen reducciones significativas en sus niveles de colesterol, por lo que deben recurrir a una nueva generación de fármacos conocidos como estatinas.
Mencionó que este tipo de medicamento es el primero de una clase de agentes terapéuticos con un mecanismo de acción único, ya que inhibe selectivamente en el intestino la absorción del colesterol malo que se ingiere a través de la dieta.
"Al combinarse con una estatina reduce aún más el colesterol, pues su capacidad para reducir el colesterol proveniente de la dieta en el intestino se une a la inhibición de la síntesis de colesterol en el hígado por la estatina.
"La conjunción de estos dos medicamentos representa el futuro en el manejo del colesterol elevado, porque al combinar un doble mecanismo de acción incrementará la rapidez y eficacia en el control del colesterol LDL", concluyó.