TORREÓN, COAH.- La Comisión de Alcoholes del Ayuntamiento dará a conocer la semana entrante el dictamen del padrón real de Alcoholes y las propuestas para ajustar los giros comerciales, ante la gran cantidad de irregularidades que existen porque algunos negocios autorizados para una actividad, realizan otra.
La regidora por el PRD, Esperanza Rodríguez Lomas, indicó que estas imprecisiones datan desde hace mucho tiempo, de manera que un bar o cantina que en la realidad lo es, se ostenta como restaurante bar y viceversa, todo con el fin de abrir los domingos aunque la comida sólo sea “botana”.
“Vamos a precisar los giros y a deslindar responsabilidades porque hay otras anomalías que es importante señalar y se verificará el origen y destino de esas licencias, pero sobre todo, más o menos cuántas están en poder de las cervecerías”.
Modificaciones a la Ley de Alcoholes
Por otra parte, se hará un análisis detenido de todas las propuestas que se hicieron recientemente por parte de organizaciones ciudadanas y empresariales acerca de un eventual cambio a la Ley de Alcoholes, ya que “existe un clamor cada vez más fuerte de que se necesitan adecuaciones”.
La recopilación o extracto de estas propuestas, se presentará al Cabildo para que se tomen las medidas del caso.
Proliferación
Antros de vicio y clandestinaje en la venta de bebidas embriagantes, siguen proliferando en el medio rural ante la apatía del Control Reglamentario y la complicidad de la Policía Municipal, acusó ayer la regidora, Raquel Aguilar Aguilar.
Tras indicar que ya es necesario hacer reformas a la Ley de Alcoholes, porque ésta fue rebasada desde hace tiempo, indicó que también es importante tomar en cuenta la corrupción que existe en las dos dependencias mencionadas.
“Chicas bailando en las cantinas, casos como el de La Palapa, a la altura del ejido Ana, en Paso del Águila, hay muchos casos concretos de situaciones irregulares que no se sabe por qué son toleradas.
Para la regidora, Raquel Aguilar Aguilar, son insuficientes los inspectores, los vehículos y la capacidad de control del Departamento de Control Reglamentario para atender la problemática urbana en materia de alcoholes y todavía ocuparse del medio rural, “es prácticamente imposible”, expresó.