TORREÓN, COAH.- Entre 30 y 50 pesos es la “cooperación” que los vendedores clandestinos de cerveza dan a algunos elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), por concepto de “protección” para dejarlos seguir trabajando. Si se toma en cuenta que el número estimado de estos comerciantes frisa en los 600, la cantidad es considerable.
Afirma “Luis Manuel”, quien para poder hacer frente con los gastos familiares y luego de haber quedado desempleado, decidió instalar un “changarro” en su casa de la colonia Nueva California, donde semana a semana vende hasta 40 cartones de cerveza, entre “normales” y caguamas, cantidad que se incrementa en esta época del año.
“No podemos resistirnos a esto, pues de lo contrario, los ‘azules’ comienzan a cazar a los clientes para tener un buen pretexto y decomisarnos la mercancía. Mejor ‘cooperamos’ y todos contentos”, asegura el clandestino.
Con cinco años ya de practicar esta ilícita actividad, “Luis Manuel” cuenta que para quien está en el negocio, lo ideal es estar bien con los “guardianes del orden”, que al cabo no resulta tan onerosa la “cooperación” y por el contrario se verían muy afectados.
“Los problemas que hemos llegado a tener, son cuando por diversas circunstancias nos atrasamos o bien hay elementos nuevos que son idealistas y quieren cumplir con ‘su obligación’, pero al cabo de echar la platicada y de invitarles unas cervezas, finalmente acceden y todo en paz”, dice.
El improvisado vendedor de cerveza manifestó que es en la presente temporada cuando algunos de los policías “arreglados” pretenden subir arbitrariamente la cuota, llegando a exigir hasta 100 pesos por semana.
“Esto ha provocado que se presenten situaciones adversas para quienes hacemos nuestra luchita, pero una vez que se dan cuenta que también a ellos les afecta, entonces llegamos a un acuerdo para ayudarlos y que no nos perjudique”, cuenta “Luis Manuel”.
“Incluso, hay quienes nos piden el pago adicional en especie para llevar a su casa y ambientar sus reuniones familiares o bien pasar su jornada laboral en algún oscuro paraje”.
Cuestionado sobre el proyecto del Ayuntamiento de premiar a los elementos que sorprendan a vendedores clandestinos realizando su actividad, comenta que el ofrecimiento es bueno, pero quienes salen perdiendo además de los infractores, son los policías.