Al dar respuesta al tercer informe del presidente Vicente Fox, el panista Juan de Dios Castro aseguró que la apuesta de la 59 legislatura es “por el diálogo, el consenso y la legítima negociación pública de acuerdos y compromisos sustanciales, los cuales permitan a ambos poderes del Estado consolidar esfuerzos”.
Fue clara la intención del panista duranguense en quitarle a la nueva legislatura la imagen que empezó a tener por las pugnas y enfrentamientos que hay en algunas de las principales fracciones que la conforman y que hacen vislumbrar serias dificultades para que se logren el diálogo y los acuerdos aun entre ellas mismas.
Convocó a los legisladores a cumplir el compromiso que deben tener con México y a no hacer del arte de gobernar un arte de la confrontación, porque dijo que él entiende que “el buen gobernar es el arte de construir acuerdos, lograr resultados positivos y consolidar una democracia eficaz”. Quien hasta hace unas semanas fuera el consejero jurídico de la Presidencia de la República y hoy preside la mesa directiva de la Cámara de Diputados, aseguró que la nación y los poderes que la gobiernan no abrazarán un egoísta pesimismo, ni se consumirán en agitaciones estériles, aprovechando un nuevo aire para robustecer su posición legal, sin daño ni peligro de la paz pública.
Los coordinadores de los partidos políticos representados en la Cámara de Diputados coincidieron ayer en su rechazo a la política neoliberal, a las reformas estructurales que buscan privatizar y más atención al desempleo, pobreza e inseguridad, al fijar sus posiciones en el inicio de la 59 legislatura.
Elba Esther Gordillo, del PRI, dijo que es un hecho que la economía mexicana no crece desde hace dos décadas y que ante eso, el desempleo alcanza dimensiones preocupantes, al señalar que la alternancia política no evita los costos de enfrentar los problemas.
Agregó que lo que sí está obligada a hacer es a repartirlos de manera más equitativa posible y a velar porque quienes resultaron sus beneficiarios, asuman su liderazgo pensando sólo en el país, “por encima de la falsa popularidad que a nada conduce”. Y en lo que a algunos les pareció un intento de justificación a la actitud que ha asumido, la chiapaneca sostuvo que hay legisladores que creen que la lealtad es sólo al partido político de donde se proviene, olvidando que el compromiso básico debe ser con los ciudadanos y con México.
Francisco Barrio, del PAN, reconoció que no se puede ocultar el “modesto - sic- crecimiento económico del país”, ni cerrar los ojos ante el desafío que significa generar empleos de calidad y bien remunerados que la población está demandando, aunque tampoco puede negarse las condiciones de adversidad y recesión mundial que enfrenta la economía de nuestro país.
Anunció que los panistas no quieren que se privaticen las industrias pero sí encontrar mecanismos que permitan preservar el control estatal de sus energéticos, mientras el país se beneficia de nuevas fuentes de inversión.
Pablo Gómez Alvarez, del PRD, aseguró que el principal problema de México en estos momentos es el estancamiento de la economía nacional y sus secuelas de desempleo, pobreza y retraso técnico y productivo y dijo que el país requiere un nuevo rumbo para alcanzar el desarrollo económico y social que los mexicanos reclaman.
Anticipó que su partido no aprobará que se cobre el IVA a alimentos y medicinas y demandó que los grandes ricos paguen lo que les corresponde, según un criterio de equidad y proporcionalidad, por lo que el Estado debe cobrar lo que mandan las leyes.
Jorge Emilio González Martínez, del PVEM, se pronunció abiertamente contra el populismo y el neoliberalismo, que generan dependencia del exterior y fortalecen a mafias y caciques y externó un rotundo no a la reforma a los artículos 27 y 28 constitucionales para privatizar Pemex o la CFE y criticó la “contabilidad amañada” en el caso del Fobaproa.
Una de las posiciones más claras y contundentes fue la del diputado Oscar González Yáñez, del PT, quien alertó que México está en una encrucijada en la que “o avanza hacia nuevos planos de desarrollo o se sume en el atraso económico y la descomposición social”.
Dijo que el país necesita cambios de fondo, pero no los que plantea el presidente Fox que no son más que las privatizaciones de la electricidad y el petróleo, que sólo responden a los intereses del gran capital financiero y que en nada benefician a la población mexicana.
Aprovechó para demandar, en su presencia, la renuncia del secretario de Economía, Fernando Canales Clariond, por la desafortunada declaración que hizo de que ningún mexicano debe sentir pena de quedarse sin empleo. El funcionario se esforzó en parecer impasible, pero la petición de González Yáñez le caló.
Y Jesús Martínez Álvarez, de Convergencia, que fue el primero en fijar la posición de su partido, sostuvo que ya no se pueden seguir realizando modificaciones aisladas y parciales en un marco legal que requiere de una verdadera reforma de fondo.
Como se esperaba, la PGR consignó ayer al líder nacional petrolero Carlos Romero Deschamps, por los delitos de peculado y peculado electoral por el presunto desvío de 640 millones de pesos que su organización sindical recibió de Pemex y solicitó al juez 13 de Distrito en Materia de Procesos Penales que le girara orden de aprehensión.
Sin embargo, como también se anticipó, el dirigente sindical de la paraestatal no podrá ser detenido por contar con la suspensión provisional de un amparo.
Ayer, Romero Deschamps estuvo reunido varias horas con su abogado, Juan Velázquez, quien está a cargo de su defensa e insiste en la inocencia del líder petrolero.