Es como un lugar maravilloso al que sólo llegan unos cuantos.
Ahí todo es diferente y la vida se ve desde otra perspectiva.
La temperatura es la ideal, los vientos son suaves como frescas brisas y se escucha una música tenue y agradable.
No todos pueden disfrutar de este paraíso.
La vida lo reserva a seres muy especiales, que saben luchar, que saben esforzarse por salir adelante.
¿Qué lo llevó al éxito? Le preguntaron a Bill Porter, que nació con capacidades diferentes. Y él les dijo:
No me gustaba estar siempre arrumbado y mi madre me estimulaba a salir adelante dejándome recaditos que sólo decían: Paciencia, perseverancia.
Me cerraban las puertas que tocaba viendo que era un minusválido y casi no podía hablar, pero recordaba las dos palabras mágicas y llegué a ser el vendedor del año y al éxito me metí con todo y portafolio.
Partir de la nada, ir alcanzando metas y fijarse objetivos mayores es la historia de muchísimos triunfadores.
En este mundo que nos tocó vivir nada se consigue fácilmente, y las cosas que realmente sirven, las que vale la pena obtener, tienen un precio caro, no en dinero, sino en actitud.
Avanzar en esta vida es como llegar a la cabecera opuesta de la cancha en un juego de futbol americano. El que avanza libra muchos obstáculos con capacidad, con inteligencia y con decisión, pero anotar, marcar los tantos a favor significan algo más que un triunfo.
Hoy mismo, a pesar de ser domingo, haga sus planes, afine su estrategia para mañana empezar su camino al éxito.