Éste es uno de nuestros temas favoritos.
Lo hemos tratado en otras ocasiones y nunca terminaremos de agotarlo.
Tiene tantos ángulos, tantas caras, todas ellas no sólo interesantes sino también muy importantes en el diario vivir.
Cada ser humano tiene su propia personalidad, con su sello característico.
Tener personalidad, entre otras cosas es tener libertad.
Saber elegir qué hacer y qué no.
Cada quien, con su libre albedrío va escogiendo los mejores caminos en la vida para así dar vida a las mejores decisiones.
La personalidad da imagen y presencia.
Desgraciadamente hay muchísimos que sin personalidad, sin criterio propio, sin capacidad para escoger lo adecuado se guían por otros seres.
Y éstos “aprovechados”, conociendo que hay muchísimos sin personalidad o capacidad de decisión propia, quieren que su palabra sea ley, y que sus aparentes verdades sean la única opción del universo.
Tener personalidad es entre otras cosas poseer la capacidad de ver el mundo con ojos objetivos, serenos, porque lo que hagamos o digamos esté de acuerdo con el mejor sentido común.
Hoy día muchos quieren influir para que de tal tema pensemos tal cosa.
Se pretende colocar cercos y barreras para que no haya más y mejores opiniones.
Si carecemos de criterio propio y de personalidad, seguramente sólo escucharemos a esos falsos predicadores de una verdad que sólo existe en su mente.
En los medios de comunicación es necesario poseer primero un amplio sentido común, que tenga como parte medular el respeto a los demás.
Es muy delicada la tarea de comunicar. En ella debemos incluir medios para facilitarle al pensamiento ordenar mejor las ideas.
Dar un apoyo para que cada quien vaya desarrollando su propia personalidad que le ayude a establecer mejores criterios para analizar y juzgar.