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El representante especial de la ONU en Irak, Sérgio Vieira de Mello, utilizó su teléfono celular para pedir ayuda tras quedar atrapado entre los escombros de su oficina en Bagdad, destruida el martes por una explosión, informaron medios de prensa brasileños.
De Mello, un diplomático brasileño, estaba entre las decenas de heridos por la explosión en la sede de la ONU en la capital iraquí, que dejó al menos 13 muertos.
La radio CBN dijo, citando a una asesora de De Mello en Ginebra, Luciana Mancini, que el representante de la ONU había sido rescatado de entre los escombros y llevado a un hospital.
La agencia de noticias Estado divulgó una declaración del jefe de gabinete del gobierno, José Dirceu, quien dijo que De Mello había utilizado su celular para llamar a las autoridades iraquíes mientras estaba bajo los escombros de su oficina.
Dirceu dijo que esta información fue conocida en una reunión especial entre el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim.
Un funcionario de la ONU dijo que parecía que la oficina de De Mello fue el blanco del ataque.