CIUDAD LERDO, DGO.- Para pedir por la paz del mundo, la familia Guevara inició el pasado 12 de marzo una peregrinación en la Basílica de Guadalupe y esperan llegar hasta el Santuario de San Lorenzo en Ciudad Juárez, Chihuahua.
La caravana se compone de siete familiares que viajan en dos vehículos, tres de estas siete personas se turnan para cargar una cruz de madera que mide tres metros de largo por uno y medio ancho.
Esta familia viajó de Ciudad Juárez a la capital del país para pedirle a la Virgen de Guadalupe por la paz del mundo y el alto a la violencia.
Ellos mismos elaboraron la cruz de madera a la que le colocaron una rueda y escribieron varias leyendas contra la ola de violencia que se vive en la actualidad, en los vehículos colgaron dos mantas en las que explican de dónde vienen, a dónde van y la intención de este sacrificio.
Salomé Dolores Guevara es el peregrino que más llama la atención, de aproximadamente 55 años, escaso de pelo, con una larga barba y portando una vestimenta semejante a la de un monaguillo de iglesia.
Alberto y Salomé Guevara caminan a un costado de su primo Víctor Guevara, quien en ese momento carga la cruz de madera, los acompaña el resto de la familia, mientras unos conducen los vehículos otros dos se encargan de dirigir la circulación para abrirle paso a sus primos.
El “monaguillo” dice que aunque ellos son católicos esta peregrinación es para pedir por todo el mundo sin importar su creencia religiosa.
“Nosotros estamos pidiendo que se detenga la violencia en todo el mundo”, dice Salomé mientras se dispone a cargar la cruz.
Los tres peregrinos se turnan para cargar la pesada cruz de madera, caminan por varios kilómetros y luego descansan en los vehículos para recuperar sus fuerzas.
“Lo más bonito es que en todo el camino se nos han unido varias familias, nos siguen por varios kilómetros y luego se despiden, pero cuando menos sabemos que se unen a nuestro deseo”, dijo Salomé.
Al cuestionarle sobre el día en que llegarán a Ciudad Juárez, Chihuahua, el peregrino de barba crecida contesta firme en su fe, “vamos a llegar cuando Dios quiera”.