De una cosa sí sabe el Presidente Fox: de caballos. Hombre del campo, jinete consumado, más de una vez ha dado muestra de sus habilidades sobre el cuaco. Sabe bien, por lo tanto, que si el caballo siente debilidad en quien lo monta se vuelve levantisco, rebelde; quiere hacer su voluntad, y no atiende los mandatos del jinete. El titular del Poder Ejecutivo debe saber también, aunque éste es conocimiento nuevo para él, que el Poder Ejecutivo lleva expresa en su nombre la naturaleza formal y material de su función. Es uno de los tres poderes en que se divide, para su ejercicio, la soberanía del pueblo, y su tarea consiste en ejecutar, palabra que proviene del latín exsequi, que significa cumplir, poner por obra una cosa, consumar. ¿Cumplir qué? ¿Consumar qué? ¿Poner por obra qué? ¿Cual es la capital de Dakota del Sur? Preguntas son éstas fáciles de contestar, salvo la cuarta. Cumplir, poner por obra y consumar la ley. Es decir, cuidar de que el orden jurídico creado por el legislador sea acatado por ese insumiso potro que es la gente. Somos proclives a la desobediencia -eso va desde el principio en la naturaleza humana, dice el Génesis-; nos parecemos al caballo que se rebela si siente debilidad en el jinete. Por eso ha hecho mal el Presidente cuando ha negociado la ley en vez de ejecutarla con recta autoridad. Por eso ha hecho bien el Presidente al decir que el TLC es una ley que nos obliga, y que no podemos por propia voluntad, unilateralmente, cambiarla según nuestro capricho o interés. Del TLC pueden salir perjuicios -de hecho han emanado de él daños para algunos-, pero en lo general ha aportado beneficios, y su aprobación por parte nuestra hizo de ese tratado una ley que nos obliga. El TLC es resultado de la tendencia globalizadora que se observa en la economía mundial. No hay marcha atrás, ni freno, en eso de la llamada globalización. Lo que hemos de hacer es darle rostro humano a la globalización, y ponerle una buena dosis de política -de política buena- a eso que los neoliberales quieren que sea pura economía. Tal política ha de ser una política social, la cual no consistirá en volver al viejo sistema paternalista y protector, sino que cuidará, por medio de la educación, que los diversos sectores productivos se pongan a la altura de los retos de un mundo cuyos cambios ninguna demagogia puede detener. Y ya no digo más, porque no estoy entendiendo ni mádere de lo que yo mismo estoy diciendo. Hasta parezco economista... La señora reprende a la criadita: "-Mary Thorn -le dice con severidad-. Vi que el chofer te besó en el porche". "-¡Ay, no, señito, cómo cree! -se ruboriza la criadita-. Me besó en la boca, igual que todos los demás"... En una fiesta dijo cierto individuo torpe y jactancioso: "-Con excepción de mi novia y mis tres hermanas, que son aquellas cuatro chicas, he tenido a todas las mujeres presentes en esta fiesta". "-Gimme five! -le dice con alegría uno de los invitados presentándole la mano abierta para chocarla en gesto solidario-. ¡Eso quiere decir que entre los dos las hemos tenido a todas!"... Una señora les pregunta a los recién casados: "-Y ¿viven ustedes con sus papás?". "-No, señora -responde el muchacho con tristeza-. Ellos viven todavía con sus papás"... Los canguros de Australia son veloces porque han visto lo que los australianos les hacen a las ovejas... Pepito les cuenta a sus papás: "-En las escuela nos van a dar una plática sobre educación sexual". "-¿Ah, sí? -se inquieta un poco la mamá-. Y ¿en qué consiste eso?". "-No sé -responde el niño-. Supongo que en decir 'gracias' después de follar"... FIN.
