Cierto elegante caballero entró por equivocación en un club de nudistas. Vestía finísimo traje de casimir inglés; lucía corbata francesa, camisa con mangas para mancuernillas, zapatos italianos y sombrero suizo. Uno de los nudistas dice: "-Llamen a seguridad. Se acaba de meter un exhibicionista"... Comentaba una señora: "-En su juventud mi marido fue un atleta. Ahora de atleta ya nada más le queda el pie"... Don Senilio, señor de edad madura, casó con Nalgarina, mujer de 40 años, soltera y con exuberante geografía. Al mes de la boda don Senilio estaba agotado, tilico, macilento. El médico lo revisa, luego llama aparte a Nalgarina y le indica: "-Su esposo, señora, está al borde del desfallecimiento. Debe irse de vacaciones". "-¿A dónde recomienda usted que vaya?" -pregunta Nalgarina con inquietud. "-No -precisa el médico-. USTED debe irse de vacaciones"... El oficial de tránsito detuvo a la señora que iba manejando con exceso de velocidad. "-Va usted a 100 kilómetros por hora" -le informa. "-¿Cómo sabe? -contesta retadora la mujer-. Apenas hace 15 minutos que vengo manejando"... Susiflor, la secretaria de don Algón, le dice una mañana: "-Tendré que ausentarme unas semanas, don Algón. Salí embarazada por azar". "-¿Cómo por azar?" -se sorprende el ejecutivo. Se vuelve Susiflor hacia uno de los empleados y le pide: "-Explícale cómo, Azar"... La tímida doncella le dice a su galán: "-Remisio: llevamos 15 años de novios. ¿No crees que ya deberíamos casarnos?". "-Déjame pensarlo, Agostina -responde el individuo-. Estas cosas no salen bien cuando se precipitan"... Pobre papel vino a hacer José María Aznar. Desde luego cualquier español es siempre bien recibido en México, pues a España nos unen vínculos de historia, pero mayormente vínculos de corazón. Sin embargo eso de venir como peoncito de Estados Unidos y personero de George Bush no deja bien parado al Jefe de Gobierno de España, y menos cuando trata de inclinar el voto mexicano en la ONU para dar apoyo a una guerra cuyos motivos hasta ahora no han sido acreditados. Plausible, en cambio -es decir merecedora de aplauso-, es la postura de Vicente Fox. Si leemos su declaración la encontraremos llena de dignidad y en acuerdo con principios valiosos de convivencia internacional: "... Quiero señalar con mucha claridad que México conserva una posición independiente. No tenemos compromiso con ninguna de las partes. Queremos mantener esta independencia para que nos dé la calidad moral que se requiere para buscar que las partes encuentren unidad de propósitos, y yo creo que eso es todavía alcanzable... Así que ésta será nuestra línea hoy ante el Presidente Aznar: explorar qué caminos son viables para sacar adelante el desarme en Iraq y evitar una guerra que además sería de enormes consecuencias para todos...". Ojalá conservemos esa postura hasta el día de la votación. Si los Estados Unidos no demuestran a cabalidad las intenciones y posibilidades de agresión de Hussein, si Bush se empecina en su postura arrogante y unilateral, el voto de México deberá ser de oposición a la guerra. No es quijotesca esta actitud, sino realista: en un mundo cada vez más globalizado puede rendir más frutos una imagen de prestigio internacional que una pobre apariencia de republiquita bananera que se inclina sistemáticamente con sumisión servil ante su poderoso vecino... Caón, cuando leí eso de "inclinarse sistemáticamente con sumisión servil ante su poderoso vecino" sentí un espasmo en la región del píloro. A ver si no me trae consecuencias. Eso me pasa por escribir tan trascendentemente... FIN.
