"-No sé por qué me da mala espina ese siquiatra especializado en tratar mujeres -dice la muchacha-. Tiene un diván matrimonial"... Babalucas les cuenta a sus amigos: "-No puede uno alejarse de su casa. Salí a un viaje de negocios. Cuando regresé encontré a mi esposa muy agitada en la recámara. Inmediatamen-te me expliqué la causa de su agitación: en mi ausencia había agarrado el feo vicio de fumar. Me di cuenta por una pipa que estaba en el buró''... A aquella muchacha, bastante gordita ella, le dicen "El dólar". Le importa madre el peso... El oficial del Registro Civil dice ya molesto al borrachín que lo visitaba en su despacho: "-Le suplico que no siga viniendo cada semana, señor Beodo. Ya le dije una y otra vez que su contrato de matrimonio no ha vencido, que no tiene fecha de vencimiento"... El alambrista callejero puso dos trípodes y entre los dos tendió el alambre para sus acrobacias de funámbulo. Sobre el alambre estaba en equilibrio cuando un chiquillo empezó a moverle uno de los soportes. "-Niño -le dice desde arriba el alambrista-. No me molestes en mi trabajo. Yo no le muevo la cama a tu mamá cuando ella está en el suyo"... Supongo que La Pareja Presidencial -sobre todo la señora Marta- considera que la cabalgata de gobernadores es una acción machista, y entonces la presencia en ese evento de la primera dama es una forma de sugerir que haya en él participación de la mujer. No creo que los jinetes se inclinen a cambiar la actual forma en que esas cabalgatas se realizan, con presencia exclusivamente masculina. Poco a poco -eso es cierto- se han ido borrando las fronteras, antes tan claras y determinantes, que separan los mundos de la mujer y el hombre. Quedan todavía, sin embargo, algunos campos acotados para un sexo y el otro. No sería bien vista la presencia varonil en "baby showers" o despedidas de soltera, igual que una mujer no es bienvenida en las partidas de dominó de los amigos, y menos en reuniones de cantina, postrer bastión quizá de la masculinidad. No dudo que hasta estos últimos linderos desaparezcan algún día, pero aún se conservan. Aquella cabalgata es una de esas ocasiones que, por razón de su naturaleza y circunstancias, pertenecen al campo de lo masculino. Ciertamente nada impide que haya en ella presencia de mujeres. Muchas hay excelentes amazonas, capaces de cabalgar de igual a igual junto al varón. En eso radica precisamente la falla en la presencia de la señora Marta en esas cabalgatas: va en ancas del caballo de su marido, o sea atrás de él, como añadido. Se cumple aquello de que "atrás" de cada gran hombre está una gran mujer, siendo que no debe estar atrás, sino a su lado. Si la pareja presidencial quiere sugerir la importancia de la presencia femenina, la próxima vez cabalgue la señora Marta su propio caballo, y no el de su marido... Dice la profesora a los niñitos: "-Vamos a jugar a las adivinanzas. A ver, traten de adivinar. Tengo en la mano una cosa redonda y amarilla. ¿Qué es?''. "-¡Una manzana!'' -gritan todos-. "-No, -sonríe la maestra-. Es una pelota de tennis. Pero eso prueba que estaban pensando''. Pepito levanta el dedo. "-¿Puedo ponerle ahora yo una adivinanza a usted? -pide a la profesora-. La maestra acepta. Y dice Pepito: "-Tengo en la mano una cosita que mide un poco más de una pulgada y tiene la puntita roja. ¿Qué es?''. "-¡Pepito!'' -se escandaliza la maestra-. "-No, -dice Pepito-. Es un cerillo. Pero eso prueba que estaba usted pensando''... FIN
