Tres amigos, dos de Monterrey y uno que los visitaba, fueron a pasear por el cañón de La Huasteca. Llegaron a un sitio en el que había eco, y grita uno: "-¡Yo soy Garza!". Repite el eco: "-¡Garza Garza Garza Garzaaaaa!". Grita otro: "-¡Yo soy Treviño!". Repite el eco: "-¡Treviño Treviño Treviño Treviñoooo!" . Grita el tercero: "-¡Yo soy Archundia!". Y dice el eco: "-Tú no eres de aquí, ¿verdá, pelao?"... Don Algón, jefe de la oficina, se recargó en la ventana. Ésta cedió y don Algón estuvo a punto de precipitarse al vacío desde el piso 90. Hubiera perecido de seguro si no es porque el modesto empleado Mequínez, presente por puro azar en la oficina, se lanzó hacia él y agarrándolo por las piernas logró evitar la caída. “-¡Gracias, modesto empleado Mequínez! -le dice don Algón abrazándolo en una expansión de gratitud muy rara en él-. ¡Me ha salvado usted la vida! ¡Pídame lo que quiera: un ascenso, un aumento substancioso de salario, unas vacaciones con su familia en cualquier parte del mundo! ¡Lo que me pida se lo concederé". “-Sí le voy a pedir algo -responde con humildad el modesto empleado Mequínez-. Que mis compañeros no se enteren de que lo salvé"... Le cuenta una chica a su mamá: "-Mi novio es más dulce que el azúcar". "-Entonces ten mucho cuidado -le aconseja la señora-. No te vaya a engordar"... Himenia Camafría, madura señorita soltera, fue a comer en un restorán chino. "-¿Cómo le gustaría el arroz?" -le pregunta el camarero. Y contesta la señorita Himenia con un hondo suspiro: "-¡Aventado!"... El jefe de la oficina le dice al empleado: "-Ovonio, no me gusta que silbe mientras está trabajando". "-No estoy trabajando" -replica el tal Ovonio... La madura actriz se presenta con el productor. Le dice éste: "-Tiene usted un rostro perfecto". "-¿Para la televisión o para el cine?” -pregunta muy halagada la mujer. "-Para la radio" -contesta el productor... El acontecimiento era extraordinario: aquel viejito y su esposa cumplían 100 años de edad el mismo día. Hubo gran reunión familiar, claro, y la prensa fue a entrevistar a la pareja. Pregunta un periodista el viejecito: "-Ahora que ha cumplido usted 100 años, señor ¿cuál es su mayor ilusión?". Responde el ancianito: "-Me gustaría vivir hasta los 110, y que mi señora viviera hasta los 109". El reportero se sorprende. "-¿Por qué quiere que ella viva un año menos que usted?” -le pregunta. Contesta el viejecito: "-La verdad, joven, me gustaría conocer un año de paz"... La trabajadora social reprendía al irresponsable sujeto. "-¿No le da vergüenza el hecho de que su esposa lo mantenga lavando ropa ajena?”. Replica el individuo: "-¿Y qué quiere usté que yo haga, señito? La pobre no sabe hacer otra cosa”... Babalucas llevó a su esposa a Houston a fin de que la viera un célebre doctor. "-Siempre está nerviosa" -le dice. El facultativo examina a la señora y dictamina luego: "-Lo que su esposa necesitar es coito frecuente". "-Bien –contesta Babalucas-. Usted mismo empiece a administrarle el tratamiento". El galeno se sorprende. Pensó que Babalucas padecía alguna disfunción sexual. "-Yo no poder hacer eso –responde-, pero si usted querer yo llamar a uno de mis ayudantes". Hace sonar un timbre y entra un descomunal negrazo. La señora se queda a solas con él. En la habitación de al lado Babalucas empieza a oír suspiros, ayes y gritos apasionados de su esposa. Muy preocupado le dice al médico: "-Caray, doctor: si usted y yo no supiéramos lo que es ‘coito’, cualquiera pensaría que el negro se está follando a mi mujer"... FIN.
