Torreón Acoso escolar Torreón Agua Saludable Sistema Vial Abastos-Independencia Virgen de Guadalupe

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

POR ARMANDO CAMORRA

Pregunta el juez a una mujer que le han llevado por escandalizar en una casa desafinada, o séase de mala nota: -¿Practica usted la mala vida? -No, señor juez -responde ella-. La estuve practicando durante mucho tiempo, pero ahora la hago muy bien. El importante club aquel no permitía la entrada a mujeres con excepción de las esposas de los socios. Uno de ellos dice en la junta mensual: -Yo no soy casado, pero tengo una amiguita. ¿La puedo traer? -La regla es terminante -le responde con severidad el presidente- Puede usted traer a su amiguita, pero a condición de que sea esposa de uno de los socios. A las cuatro de la madrugada el marido llega a su casa con una borrachera que verdaderamente no se merecía. -¿Por qué llegas a estas horas? -le pregunta furiosa su mujer-. -¿Cómo que por qué llego a estas horas? -repite el tipo igualmente indignado-. ¿No ves que me vine arrastrando todo el camino? Yo digo que entre las manifestaciones más visibles de una crisis económica está el aumento en la cifra de políticos existentes en el país que sufre dicha crisis. Enuncio esa fórmula en términos sencillos: a mayor crisis más políticos. Cuando escasea el empleo crece el número de quienes aspiran a vivir del erario. Si no hay trabajo aumenta la cantidad de quienes quieren vivir del trabajo de los demás. Estoy seguro de que a ningún sabio economista -ni al de "mente indomable"- se le ha ocurrido nunca poner en relación esos dos términos: crisis y política. Invito sin embargo a los expertos a considerar mi tesis sin prejuicios. Para corroborarla pongo en el pizarrón el caso mexicano. ¿Cuándo se había visto aquí tal abundancia de partidos, los más de los cuales no sirven para nada ni aportan algo útil al panorama de la vida nacional? Negocios de familia son algunos; simulación no pocos; ocasión de medro para sus propietarios los demás. Y nacen otros cada día, con nombres peregrinos. (En eso de los nombres se parecen ya los partidos y las sectas: tal se diría que compiten para ver cuál es capaz de imaginar el nombre más extravagante. Por un lado La Iglesia de la Circuncisión Incruenta, por el otro lado el Partido Plataforma Cuatro). ¿Menos partidos? ¿Menos regidores? ¿Menos diputados? ¿Menos políticos de los que pesan onerosamente sobre el tan agobiado presupuesto nacional? Eso no se verá sino cuando termine la crisis económica. Y, según los cálculos más halagüeños, la crisis acabará posiblemente el 30 de febrero del año 6005 (La hora exacta no se precisa todavía)... Había damas en la farmacia cuando un sujeto llegó al mostrador y pidió a voz en cuello al dependiente: "-¡Un condón!". El de la farmacia se llevó un dedo al ojo para indicar al tipo, sin palabras, que viera la presencia de mujeres en el establecimiento. Le dice el tipo: "-No, para ahí no. Para acá". Y se señala la entrepierna... El rudo individuo se acerca a la muchacha que en el bar bebía su copa y le espeta sin más: "-¿Mi departamento o el tuyo?". Con prontitud se levanta ella, toma su bolso para salir y dice al tipo: "-El tuyo. ¡Qué labia tienes! ¡En un dos por tres me convenciste!"... Aquel ermitaño vivía secluso en el desierto. Un día lo visitó el demonio y le ofreció un reino a cambio de su alma. "-Me da risa tu ofrecimiento" -lo despreció el anacoreta. Enseguida el espíritu maligno le brindó dinero. "-Me causa risa tu proposición" -respondió el cenobita. Luego el diablo le propuso darle todo el poder del mundo. "-Me mueve a risa tu banal oferta" -contestó el eremita, desdeñoso. Pero muy bien lo dijo Goethe en "Fausto": "... Das Ewig-Weibliche Zieht uns hinan...". El eterno femenino a todos nos mueve. El tentador le presentó al asceta una hermosa mujer de busto trigarante y poderosa grupa de yegua mauritana. Entonces el ermitaño dijo: "-Venga. Se me acabó la risa"... Babalucas era chofer de un autobús urbano. Le pregunta una señora que se disponía a subir: "-¿Hasta dónde llega este autobús?". "-¡Qué pregunta! -responde con molestia el badulaque-. ¡Hasta las defensas, claro!"... (En otra ocasión una mujer le dijo a Babalucas. "-Soy de Búfalo". "-Se nota el parecido" –contestó él-... La esposa de Astatrasio Garrajarra, perseverante beodo, le advierte un día con voz de actriz dramática: "-¡Labios que tocan el licor jamás tocarán mis labios!". Astatrasio no replica: queda mudo, callado, silencioso. La señora pensó que sus palabras habían apabullado al temulento. "-¿Por qué no hablas?" -lo reta. Contesta Garrajarra: "-Estoy comparando labios de 50 años con whisky de 75"... Salió del hospital un individuo. Alguien le preguntó cómo había sido su estancia en el nosocomio. "-Lo único que no me gustó -contesta el tipo- fue el modo en que me bañaba la enfermera". "-¿Por qué?" -pregunta el otro-. Relata el sujeto: "-La muchacha me pasaba un trapo húmedo por el 95 por ciento de mi cuerpo, pero cuando llegaba a lo más interesante me daba a mí aquel trapo. Eso equivale a que un coleccionista de buenos vinos te llevara a su bodega y ahí te ofreciera una botella de agua"... Una pareja de gentiles asistieron a la ceremonia de circuncisión de un niño judío. Le pregunta en voz baja la esposa a su marido: "-¿Cómo le cortan, si todavía no saben de que tamaño va a ser?"... Cierta vez, ante un médico famoso, se llegó un hombre de mirar sombrío. "-Sufro -le dijo- un mal tan espantoso que ya me anda. Hace tiempo me apareció una mancha roja en la entrepierna. He gastado una fortuna en médicos; me recetaron toda suerte de pociones, pastillas e inyecciones. Nada pudo curarme. Dicen los especialistas que padezco una rara forma de urticaria perstans llamada quaddel de Milton, hidatítica, conferta, sérica, evanida, facticia y xantelasmoide, o sea pigmentada. ¡No sé qué hacer, doctor!". "-Descúbrase la correspondiente parte" -pide, calmoso, el célebre facultativo. Lleno de angustia obedece el hombre. Observa el gran científico la mancha, toma una toallita húmeda y la borra. "-¡Milagro! -clama el sujeto emocionado-. ¡Hizo usted lo que no pudo hacer ningún doctor!". Explica el sapientísimo galeno: "-Es que ellos no saben distinguir entre una urticaria y un lápiz labial"... (No le entendí a este cuento. Soy lego en cuestión de Medicina)...

Hasta mañana...

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 24638

elsiglo.mx