Babalucas fue a la guerra. En un ataque al enemigo grita el general: "-¡Sigan avanzando!''. Temblando le pregunta Babalucas al que iba a su lado: "-¿Quién es Vanzando?''... El indignado cliente hace venir al mesero y le reclama: "-¡Me salió una piedra en los frijoles!''. "-¡Qué buena suerte tiene, señor! -exclama el camarero-. ¡Lo felicito!''. "-¿Que me felicita? -se amosca el cliente-. ¿Por qué?''. Responde el mesero: "-A mí la piedra me salió en la vesícula''... La esposa de Babalucas llama a la policía: "-¡Por favor! -suplica deprecante-. ¡Detengan a mi esposo antes de que vaya a cometer una locura!''. "-¿Qué sucede?'' -pregunta el oficial-. "-Es que acabo de dar a luz -responde la señora-. Tuve gemelos, y mi marido salió a matar al otro hombre''... Doña Pomposia iba todos los días a su banco. Al parecer hallaba diversión en depositar y retirar dinero a cada rato. "-Señora -le dice el joven banquero que la atendía-. Me permito sugerirle que no mueva tanto su cuenta''. "-¿Por qué?'' -quiere saber doña Pomposia-. "-Mire usted -le explica el joven-. Esto de las cuentas bancarias es como el matrimonio: a fuerza de tanto meter y sacar se va haciendo menor el interés''... Decía Jactancio: "-Siempre logro que mi mujer grite como loca después de haber hecho el amor''. "-'¿Cómo le haces?'' -se interesa un amigo-. Responde Jactancio: "-Le hablo por teléfono y le digo dónde y con quién lo acabo de hacer''... Una turista recién llegada a la ciudad de México pregunta a una amiga, extranjera como ella: "-¿En qué lugar hay más mariachis en esta ciudad?''. "-En el metro'' -responde la amiga sin dudar-. "-¿Mariachis en el metro?'' -se sorprende la turista-. "-Todos los que en él viajan han de ser mariachis -razona la otra-. Siempre que voy en él me tocan algo''... Yo creo que México ha crecido en la opinión del mundo a raíz del conflicto de Estados Unidos con Iraq. A diferencia de lo que hicieron los dirigentes de España e Inglaterra, el Presidente mexicano asumió una actitud acorde con el interés de la casa común en que todos los hombres habitamos, nuestra Tierra, y acorde también con el futuro de la humanidad. Así, no dio su apoyo al irracional ataque patrocinado por Bush, que busca sólo la conveniencia de su país, disfrazando esa búsqueda con pretextos de democracia y libertad cuya mayúscula falsedad salta a la vista. El Gobierno de Estados Unidos hace a los dictadores y luego los deshace cuando no sirven ya a su interés. Y eso lo ha hecho en todas partes y desde hace mucho tiempo. Sadam Hussein no es excepción. Recibió ayer el apoyo de los mismos que lo persiguen hoy para matarlo. No es posible justificar ese brutal fariseísmo, y menos aún darle respaldo. Hoy por hoy los Estados Unidos están viviendo uno de los más oscuros momentos de su historia, el sombrío momento de quien comete un crimen para obtener provecho de él. Diga lo que diga la propaganda, por más que el poderoso ejército americano se alce con la victoria, el país de Bush está ya derrotado por sí mismo. El propio Presidente vulneró sus valiosísimos principios, los que enunciaron los padres fundadores autores de su Independencia y de su Constitución, y ha revivido la vergonzosa época del macartismo negador de la libertad individual y de la tolerancia ante la disidencia. Ganará la guerra Bush, seguramente, pero con ese triunfo comenzará otra guerra sin final que ningún ejército será capaz de contener. George W. Bush es el ladrón de la tranquilidad de sus conciudadanos... FIN.