Un hombre y una mujer llegan a un hotel, sin equipaje. "-Este es un hotel decente -les dice el administrador-. Y no me parece que ustedes sean casados''. "-¿Lo ves? -dice muy enojada la mujer al hombre-. Te decía que trajéramos por lo menos un veliz''. "-Tú tuviste la culpa, por tardarte tanto'' -replica el hombre''. "-Eres un inútil''. "-Y tú eres una idiota''. "-Ya no discutan -dice entonces el administrador-. Pasen a su habitación. Se ve que son casados''... El gerente de la compañía acababa de contratar a un nuevo subgerente. Le dice muy solemne: "-¿Y está usted consciente, señor Ovonio, de cuál es la función de un subgerente?''. "-Claro que sí, don Algón -responde el tipo-. Debo echarme la culpa de todas las indejadas que cometa usted''... Dos marcianos llegan a la tierra y van a dar a donde estaba un semáforo. Cuando el aparato cambia de rojo a verde dice uno de los marcianos muy contento: "-¡Ya fregué! ¡Me cerró un ojo!''... Dos loquitos estaban sentados en la playa a la orilla del mar. Uno de ellos prueba el agua. "-Sabe muy fea -dice con disgusto-. Está salada''. El otro toma una azucarera y se la da, y el loquito echa en el agua del mar dos cucharaditas de azúcar. "-Sigue salada'' -dice probándola otra vez-. Exclama muy enojado el otro loquito: "-¡Menéale, indejo!''... Ya vienen "los días santos''. Para mí todos los días son santos, pues todos están llenos con santidad de vida. Pero a la cotidiana santificación añado la próxima semana esa católica fe que hace de ella una Semana Santa. Yo extraño el luto de antes, tan luctuoso: la visita del Pésame a la Virgen; el recorrido de las Siete Casas; aquel ronco estridor de las matracas que suplían el silenciado canto de las esquilas pregoneras. En casa de mis abuelas los espejos eran cubiertos, se tapaban los tiestos de colores y las canoras jaulas eran llevadas a la caballeriza para que no se oyera la voz regocijada de los pájaros. Ahora mis tristezas son módicas, como mediocre es mi alegría. No sé vivir los duelos de Cuaresma ni el desenfreno pánico del Carnaval. Morigerado en el pecado y la virtud voy, con mi limbo gris a cuestas, a descansar de no haber hecho nunca nada... El individuo aquel despertó con una cruda espantosa, consecuencia lógica de la tremenda pítima que se había puesto la noche anterior. Decidió que no estaba en condiciones de ir al trabajo, de modo que con manos temblorosas descolgó el teléfono y llamó a la casa de su jefe. "-Don Algón -le dice-. Le hablo para avisarle que no voy a ir a trabajar. Estoy enfermo, tuve que mandar a los niños a la escuela con un vecino. Acaba de irse el médico y me dice que por lo menos este día no me levante, que ya mañana estaré mejor y podré presentarme en el trabajo''. "-Qué bueno, Empédocles -le dice malhumorado el jefe-. Pero no se hubiera molestado en llamarme. Hoy es domingo''... En la oficina pregunta Babalucas a un amigo: "-¿Qué horas son?''. Responde el amigo: "-Las ocho menos cinco''. "-¿Pa' qué complicas tanto las cosas? -se enoja Babalucas-. Sencillamente di que son las tres''... La muchacha se quejaba con una amiga: "-Mi esposo es un bruto, me hace la vida imposible. Desde que vivo con él sufro mucho. Ya hasta me he enflacado''. "-¿Y no piensas dejarlo?'' -pregunta la amiga-. "-Sí -responde la muchacha-, pero hasta que llegue a los 55 kilos''... El niñito estaba haciendo la tarea y no podía recordar el nombre de Sansón. "-Papi -pregunta a su papá-. ¿Quién derrotó a los filisteos?''. "-No sé -responde el tipo-. Ya sabes que no me gusta mucho el futbol''...