Aquella muchacha tenía un espléndido cuerpazo pero era feísima de rostro. Le decían "La Camarona”. Quitando la cabeza todo lo demás estaba bueno... El señor encuentra a un amigo en un restorán de lujo. "-¿Cómo te ha ido?” -le pregunta. "-Muy mal, hermano -responde el tipo lleno de tristeza-. Con esta crisis mis negocios se han ido para abajo; estoy casi en la ruina”. "-Pues no se nota -comenta el otro-. Aquí estás, comiendo opíparamente, tomándote tus whiskis”. "-Sí, -replica el otro lleno de pesadumbre-. Pero antes podía también comprar comida para mi esposa y mis hijos”... La atractiva muchacha visita al joven médico. "-Mi novio me hizo algo muy feo” -le dice-. El doctor la toma en sus brazos y la besa. "-¿Le hizo algo como esto?” -le pregunta. "-Como eso y peor” -responde la chica. El médico procede a hacerle encendidas caricias voluptuosas. "-¿Le hizo algo como esto?” -interroga. "-Como eso y peor” -contesta ella. El galeno entonces le hace la máxima demostración de amor carnal. "-¿Le hizo algo como esto” –le pregunta de nuevo. "-Como eso y peor” -contesta la chica. "-¿Qué más puede haber que esto?” -se sorprende el facultativo. "-Me contagió una enfermedad venérea” -responde la muchacha... El niñito lloraba desconsoladamente en una esquina. El chofer del autobús urbano le pregunta desde su asiento: "-¿Por qué lloras, niñito?”. Contesta el niño: "-Es que mi mamá me dio dinero para el camión, y lo perdí”. "-Ya no llores -le dice el compasivo chofer-. Sube; te llevaré sin cobrarte”. El chamaquito sube, pero en el trayecto seguía llorando. "-Y ahora ¿por qué lloras?” -pregunta el chofer. Responde el pequeñín: "-Porque no me dio usted mi cambio”... El cirujano operó del apéndice a su curvilínea paciente. Después de la operación preguntaba ella: "-¿Se me verá la cicatriz, doctor?”. Contesta el médico: "-Eso dependerá de usted”... Al final viene un chiste considerablemente majadero. Antes, sin embargo, cumpliré la modesta misión que me he asignado: orientar a la República... México es un país de economía pobre y de política rica. Valdría la pena hacer un estudio que mostrara cuánto debemos pagar los mexicanos, y cada mexicano, para sostener el enorme y onerosísimo aparato representado por tantos partidotes, partiditos, partidillos y partidejos. Causa grima ver el despliegue de publicidad que en todos los medios se hacen los partidos y sus candidatos, cuya propaganda provoca contaminación visual, auditiva y moral. ¿Cuál será el costo de elegir a un diputado? Se justificaría el gasto si el tal diputado representara efectivamente el interés de quienes lo enviaron a la Cámara, pero sucede que no existe tal representación, pues quienes ocupan las curules representan únicamente el interés de su partido, y obedecen a ciegas los dictados de su líder, igual como sucedía en el antiguo régimen, con el cual el nuevo empieza a tener tantas semejanzas. Nuestra generación no habrá de ver, supongo, la prometida Reforma del Estado. Si nuestros tataranietos o choznos llegan a conocerla, ojalá tal reforma contemple el aligeramiento de esa pesada carga que la política y los políticos representan para México... “-Mi médico me dice que no puedo jugar tenis”. “-¿Cuándo te vio jugar?”...Y ahora, he aquí el chiste majadero anunciado arriba. Las personas que no gusten de leer chistes majaderos anunciados arriba sírvanse saltarse hasta donde dice FIN... Una señora dice a otra: "-No hallo qué hacer con mi hija Pirulina, comadre”. "-¿Por qué?” -pregunta la otra-. "-Es que fíjese -explica la primera- que salió de la preparatoria abierta”. "-¡Ande! -responde la comadre haciendo un gesto indiferente-. ¡La mía salió de la preparatoria embarazada, y yo ni digo nada!”... FIN.
